martes, 30 de agosto de 2016

Cómo han pasado los años.





Por Elisa Cobos Enríquez.
                               
Viene a mi mente mi graduación de Primaria, cuando los maestros tenían  hora de entrada pero no de salida, hasta que el alumno entendía la clase y copiaba la tarea del pizarrón en el cuaderno.


Íbamos en la mañana y en la tarde, sin dejar de cumplir con las labores de la casa: barrer las hojas de los árboles, acarrear agua, regar las plantas, recoger los huevos de las gallinas.  La escuela se llamaba Manuel M. Oropesa, era solo de niñas, no contaba con edificio propio, el Municipio de Alvarado rentaba la casa que compartíamos con el dueño, un anciano que quería que permaneciéramos todas esas  horas  en absoluto silencio, eran 3 grupos de 30 o 40 alumnas de cada uno: 4º, 5º y 6º.

A diario iba el señor a la presidencia a exigirle al Alcalde que desocupara la casa, él le contestaba que el edificio estaba en construcción, que tan pronto lo terminaran nos  cambiaríamos. Un día que su berrinche llegó al límite, el presidente dio la orden de cambiamos,  no obstante que aún faltaban: el revoque las puertas, las ventanas,  el mosaico, y la segunda  planta para los primeros 3 grados. Estábamos en Sexto.

La graduación estaba cerca y organizamos la fiesta con nuestra maestra Rafaela Quirazco. No hubo trajes especiales, ni togas con lucidos birretes, íbamos con nuestro uniforme de gala: vestido blanco corte princesa, con cuello y mangas marineros en azul marino, y participaban los 3 grados con sus maestras. Tenías que hacer algo, cantar, bailar, declamar, tocar un instrumento, decir un chiste, contar un cuento, una adivinanza, una anécdota, leer alguna biografía de alguien importante o un suceso histórico, cualquier cosa que hiciera reír, llorar o pensar.


Una compañera fue la Maestra de ceremonias, como el piano estaba en nuestro salón y varias niñas tocaban perfectamente el piano, a cual más cantaba  un vals o alguna letrilla de la revolución, como la Adelita, La cucaracha,  la Valentina o la Coronela, al principio unas cuantas les hacían coro,  pero terminábamos cantando todas, lo importante era divertirnos.

En cada viernes social teníamos dos invitados que también estuvieron en la graduación, un joven de apellido Pensado, que declamaba muy bonito el poema Cobarde, con mucho dramatismo,  y el otro también joven, le arrancaba bellas melodías a su rústico e inseparable serrucho, lo aprisionaba entre las piernas, el extremo angosto lo tomaba con una mano y con la otra le daba con un palito, quién sabe cómo lo lograba, pero le sacaba melodías que imitaban el sonido de un órgano. A él le llamaban Fito el loco.

Al otro día fuimos de día de campo a las lomas, había muchos árboles  frutales, nuestras madres se encargaron  del menú: ricos tamales; tortas; plátanos fritos; de golosinas galletas hechas en casa, melcochas, pepitorias, palanquetas, sin faltar la horchata; sin tantos gastos ni banquetes.

Llevamos de invitado a nuestro buen amigo Fito, que aparecía en cualquier mitote o fandango del pueblo, nos ayudó cargando las canastas con la comida, al regresar, había tristeza y llanto,  porque nos separaríamos de  compañeras y maestras. No recuerdo que nadie haya tomado una sola foto, esto ha de haber sido en 1949. No cabe duda, cómo han pasado los años. 


Texto Publicado en: Kaniwá #68 Suplemento cultural del periódico La Opinión, Poza Rica de Hgo; Veracruz. México, del 21  de agosto de 2016.








  

domingo, 21 de agosto de 2016

Una página de nuestra historia.

Foto tomada  del facebook de Mario Román.
Por Joel García Cobos.

Aquí en Poza Rica, estamos recordando el 50 Aniversario de una gran tragedia, pues el 14 de agosto de 1966 una tubería registró una fuga en la Refinería Nuevos Proyectos de Petróleos Mexicanos, amenazando la existencia de miles de personas que huyeron despavoridas para todos lados alejándose de la explosión y el incendio que siguió.
Afortunadamente el trabajador, Fortino Yánez Zaleta,  enfrentó con valor la situación, con peligro de su vida, cerró una válvula de hidrocarburo evitando una tragedia mayor y de funestas consecuencias; lamentablemente murió después de lograr su desinteresado y heroico acto.
A 50 años, los familiares que sufrieron pérdidas humanas los recuerdan aún con tristeza, los seres queridos no se olvidan, permanecen inalterable; para los que vivimos en aquel entonces, quedan los recuerdos borrosos y las anécdotas que van pasando de generación en generación. 
Foto tomada  del facebook de Mario Román.
Yo tenía 6 años, mi madre como buena veracruzana cuenta con sazón lo vivido, lo implanta a los hijos que quieran escuchar el rico legado familiar, de tanto escucharlo no sabemos dónde termina su versión y dónde comienza la nuestra. (Ver Kaniwá #15 del 16 de agosto de 2015 y http://kaniwajoelgarciacobos.blogspot.mx/ 2015/08/la-explosion-del-14-de-agosto-de-1966. html ).
  Destaca: __”Aquí quédate Chatita, no te expongas al salir a la calle, ni expongas a los niños, si considero que están en peligro, pido permiso y vengo por ustedes. Él era así, previsor.” Su relato tiene ahora un rasgo de nostalgia y dolor.
En lo personal, repaso que la gente corría frenética por la avenida Ciprés de la colonia Chapultepec, cargando niños, bolsas, cajas, animales, a medio vestir y hasta desnuda. Años después escuché a doña Estela que contaba que iba y venía de su casa a la tienda de don Roberto Castro, en cada viaje se tomaba vaso tras vaso de leche y llegaba repitiendo: __ “Sé que es buena para evitar intoxicaciones” cuando fue a dar de cenar, ya no había ni una gota. Doña Estela y doña Tere cómo se reían al revivirlo.
Considero que dadas las proporciones, el pueblo pozarricense se portó bien, sobre todo con los niños extraviados, la radio que se solidariza en casos como este, transmitía las llamadas a su cabina: __”Me llamo Zutano de Abram, tengo en mi domicilio tal, dos niños vestidos así… que dicen llamarse X y Z, por favor pasen sus padres a recogerlos.”
Poza Rica arde por sus 4 extremos.
Mi madre también refiere la siguiente anécdota: ¡Ah! ¡Eso sí!, a los pocos días alguien quiso hacer su agosto, y una casa comercial sacó su propaganda: __”Atención, atención, Poza Rica arde por los cuatro extremos.”  Se oía una voz apresurada.
__¡Dios Mío! ¡Otro incendio! Claro era lo primero que uno pensaba, imposible que no pusiera uno cuidado, y todos nerviosos nos preguntábamos en cuestión de milésimas de segundos: __ ¿Por dónde vamos a salir? para luego escuchar una voz pausada y enfática: __”Pero arde por los bajos precios de su Almacén X.”
Ese corto anuncio se oía en otros lugares, iba de boca en  boca y cada quién le añadía su cada cual, lo oían familiares de personas que vivían aquí o iban a estos y les contaban su versión toda distorsionada, ni quién dijera que era un ardid publicitario, mi tío Ángel me llamó bien preocupado del puerto de Veracruz, le dijeron que Poza Rica había desaparecido, se preguntaba con impaciencia: __ ¿Cómo le habrá ido a Licha con sus niños pequeños y mi hermana ya grande.”
Lo bueno es que ya pasó, y Dios quiera que no se repita, es una hoja de la historia de nuestra ciudad, si no ¿Qué le contaríamos a nuestros hijos, sobrinos y nietos?

Texto Publicado en: Kaniwá #67 Suplemento cultural del periódico La Opinión, Poza Rica de Hgo; Veracruz. México, del 14  de agosto de 2016.






La aventura de la catarata

Por  Elisa Cobos Enríquez.

Enfermedad de los ojos. Me di cuenta que la tenía porque por el ojo derecho veía nublado y enfocándolo solo veía círculos oscuros, le platiqué al médico  geriatra y  me  dijo: __” Tiene Catarata, la voy a enviar al oftalmólogo” y él me confirmó el problema visual.

Después  de estudios de  laboratorio, cita con el cardiólogo,  examen del tórax, decidió operarme, las amistades me  recomendaban otros oftalmólogos pero mis hijos y yo  decidimos  que fuera el médico Noé, a  mi  edad, con 82 años, hipertensa, diabética y con problemas de circulación, decidió operarme muy seguro de  lo que iba a  hacer. Puse en práctica  sus  recomendaciones.

Amaneció el temeroso día,  me  encomendé a Dios, le  dije que  se  hiciera su voluntad y repetí el salmo  23 Jehová  es mi Buen Pastor.  Llegué  a  la  cita,  pasé por los preparativos, me aplicaron suero, al punzar mi vena  tuve  miedo, pues  por  mi edad se  han adelgazado, pero el médico  tiene muy buen equipo, incluido el anestesiólogo.

El problema para mí al estar  en  el quirófano era la postura, permanecer boca arriba una hora, el médico y su  equipo  me  hicieron más llevadero ese  tiempo, con  los  brazos y  la  boca  inmóviles, si no hubiera  sido así capaz  que grito y doy de jaloneos. Me  contó que hizo la incisión y jaló la catarata  que estaba  muy  dura, le  pregunté  si ya  me iba  a  quitar el suero, me contestó que no, que me iban a  pasar  a mi  habitación 28 que es mi edad con los números invertidos. 82 = 28.

Al entrar  a la habitación  me  llevaron  la comida, una rica  sopa  de  verduras, pues según no debo tener ayunos muy prolongados porque me  baja la  glucosa, cuando me  ha  bajado voy a dar al hospital, y me aplican  suero glucosado. También comieron mis familiares, juntos  y felices  porque todo salió bien.   
Con satisfacción declaro que durante esta aventura estuve tranquila, en compañía de  mis 2 hijas, mi nuera,  mi  hijo, mi  sobrino que lo  quiero como si fuera mi hijo, ellos  estuvieron en  la  sala. Al  médico Noé, a  su equipo de  trabajo, a mi familia y sobre todo a Dios,  les doy las gracias, y que Él nos siga  cuidando  y  bendiciendo.



Texto Publicado en: Kaniwá #67 Suplemento cultural del periódico La Opinión, Poza Rica de Hgo; Veracruz. México, del 14  de agosto de 2016.









Los caminos torcidos del Rey David.

Por Joel García Cobos.
        
Israel estaba en guerra, alrededor de la ciudad de Rabá se libraban cruentas luchas. Mientras tanto, en el palacio el Rey David estaba ocioso, una tarde se paseaba aburrido por las espaciosas terrazas tratando de distraerse, las proporciones del edificio le permitía explorar la calle, huertos, casas y patios interiores donde se desenvolvías escenas cotidianas de la capital.

El Rey veía para todas direcciones, caminaba despacio, se detenía y luego continuaba  en una de tantas alcanzó a ver a una mujer que indiferente y sintiéndose lejos de miradas indiscretas se bañaba sin prisa. Ahí estaba sumergida en el enorme balde de madera, semi cubierta de medio cuerpo por el agua fresca y aromática, con una jícara se refrescaba los brazos, los pechos y en el abdomen liso y fuera de grasa,  la otra mano  deslizaba sobre su piel morena disfrutando el agua primaveral.

El Rey embelesado contemplaba su hermoso y juvenil cuerpo, por un momento su conciencia le dijo que estaba haciendo una acción indebida, como si fuera una decisión estiró la mano y tomó una jugosa manzana de una mesita de servicio, la comenzó a comer sin apartar la vista de la joven que levantó el rostro,  pudo ver unos ojos tiernos enmarcados en un hermoso rostro.

Llamó a un siervo, este le informó que era Betsabé, hija de Elián y esposa de Urías, oficial del ejército; le envió un presente y la joven pasó el resto del día y la noche con el Rey,  un tiempo  después la mujer le informó que estaba embarazada, la ley citaba que las mujeres y hombres adúlteros debían morir, para salvarle la vida y la suya propia, ideó una artimaña,  mandó a llamar a Urías para que le diera un informe de la guerra y pasara unos días con su mujer, su plan no dio resultado, pues el soldado regresó a la batalla sin ir a su casa ni estar con su esposa.

Entonces le envió un mensaje sellado al general del ejército,  decía que pusiera a Urías en lo más peligroso del combate y luego lo abandonaran a su suerte, así se hizo. Después de los días de luto y purificación, el Rey se casó con Betsabé, Creyó que su adulterio y crimen quedaría encubierto y sin consecuencias. Pero Dios escuadrilla  los corazones  y motivos. Un día llegó el profeta Natán al palacio, después de un reverente y silencioso saludo  le comenzó a narrar:

__”Habían dos hombre,  uno era muy pobre, solo tenía una ovejita, la crió junto a sus hijos y la amó tanto que la tenía como una hija más. El otro hombre era rico,  a su casa llegó un familiar,  en vez de tomar de sus nutridos  rebaños un animalito  para agasajar al recién llegado, robó y mató a la  ovejita del vecino pobre.” El rey se levantó del trono indignado y despotricó que tal persona era digna de muerte y de pagar con 4  tantos. El profeta no obstante ´temeroso de su vida le dijo con voz firme: __”Oh Rey, tú eres ese hombre injusto y ruin. Y así dice Jehová: __Por cuanto haz actuado impíamente, la espada no se apartará de tu casa...”

Y sin demora se cumplió la sentencia, el Rey David tenía varias mujeres e hijos, y atravesó un largo periodo de tribulaciones en su vida: El niño recién nacido murió; el otro hijo de David, Ammón se portó vilmente con su hermana Tamar; Absalón dio un golpe de estado a su padre; y en el mar de sangre mató a su propio hermano Ammón.

David sufrió en carne viva las consecuencias de sus actos, reconoció su maldad, se  arrepintió de todo corazón,  escribió el Salmo 51  que es un tratado acerca del verdadero arrepentimiento, en los versículos del 8 al 12 dice:  

Hazme oír gozo y alegría, / Y se recrearán los huesos que has abatido. / Esconde tu rostro de mis pecados, / Y borra todas mis maldades. / Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, / Y renueva un espíritu recto dentro de mí. / No me eches de delante de ti, / Y no quites de mí tu Santo Espíritu. / Vuélveme el gozo de tu salvación, / Y espíritu noble me sustente.

Dios amó a David, olvidó sus rebeliones, se refería a él como su siervo, un “hombre conforme a mi corazón, que hará toda mi voluntad.



Texto Publicado en: Kaniwá #66 Suplemento cultural del periódico La Opinión, Poza Rica de Hgo; Veracruz. México, del 7  de agosto de 2016.







Las aves y sus enseñanzas.

Por Elisa Cobos Enríquez.

Las aves, nos dan ejemplo de compañerismo, solidaridad, responsabilidad y amor. Por ejemplo, los tordos que en algunos lugares les dicen pichos, tengo la costumbre de echarles tortillas en pedacitos.


Los observo, baja uno del árbol de mango, toma un pedacito en su piquito, si se da cuenta que hay otro pedazo más grande, deja el chico y toma el grande. Les pongo agua todos los das, 2 ó 3 veces al día,  ahí remojan la tortilla, yo creo para que se ablande.

 Otra constante que encuentro es que hacen guardia, siempre hay uno en el árbol, cuando ven que riego las tortillas, uno se va y tarda minutos en regresar, cuando regresa vienen unos 14, los voy contando en cuanto llegan.


Y las palomas son un ejemplo de amor, trabajo y ayudar, pues bien, cuando ya tienen el lugar para el nido, entre los 2 acarrean las ramitas, en ocasiones uno se queda en el nido arreglándolo, cuando ya está listo la palomita pone por lo regular 2 huevitos que entre los 2 empollan, mientras uno está en el nido el otro sale a suplir sus necesidades. Tardan entre 20 y 21 días en nacer y entre los 2 alimentan hasta que están listos para volar y seguir como sus padres, la reproducción. 

Estas observaciones me hicieron recordar  y escribir lo siguiente. Hace unos días pasó un hombre vendiendo pajaritos, era el mediodía, el sol quemaba y los pajaritos iban bajo la inclemencia del sol. El hombre se  protegía con un sombrero de paja y ala ancha, en cambio los animalitos iban con sus  piquitos abiertos, han de haber tenido sed y hambre, me entristece que muchos no sobrevivirían al día siguiente.

Me acordé de una lección que venía en mi libro de primaria, se trataba de un hombre que se encontró en la calle un vendedor de pajaritos, dicho señor los compró todos, una a una fue abriendo las jaulas y los pajaritos se precipitaron felices a su libertad.

__¿Qué ha hecho usted? Le preguntó el vendedor asombrado, añadiendo que eran aves muy finas, habían: gorriones, jilgueros, cenzontles, mirlos, cardenales, canarios. A lo que el señor contestó: __”Acabo de salir de la cárcel por un delito que no cometí, no puedo ver pajaritos enjaulados,  ¿Qué delito cometieron ellos? ¿Solo porque cantan hermoso y son bellas? No es justo que las tratemos así.

Yo  hago una petición a las autoridades, que apliquen las leyes de protección, deben estar libes, en su hábitat.

Texto Publicado en: Kaniwá #63 Suplemento cultural del periódico La Opinión, Poza Rica de Hgo; Veracruz. México, del 16  de julio de 2016.









Cantando con Mamá Yaya.

Por: Elisa Cobos Enríquez.


Había en mi barrio una señora muy respetada y admirada, se llamaba Candelaria, y la chamacada le llamábamos Mamá Candelaria,  para abreviar y de cariño: Mamá Yaya. Era una ancianita de unos 80 años,  de cara agradable y risueña, bajita, robusta, morenita con trenzas, amistosa con todos los niños que la buscábamos como los polluelos a la gallina.

Nos sentíamos muy a gusto con ella, nos refería anécdotas de su vida, por ejemplo, nos contaba que cuando era joven y vivía su esposo, fue maestra de huapango; su esposo tocaba la jarana,  el arpa y además cantaba, ella pedía que la acompañaran las niñas y así enseñó a muchas a bailar. Los sones que más le gustaban era La Bamba en pareja. El Colás; El Canelo; La Bruja; La Iguana; El Jarabe Loco.

Cuando caía la tarde se sentaba en su silloncito en la calzada, nosotros la rodeábamos y entre el relajo la invitábamos para que bailara, pero ya no podía, lo que hacía era cantar y poco a poco la seguíamos, hasta que nos aprendíamos los versos, nos enseñó muchos sones.  Empezaba con la Bamba: Para bailar la Bamba. / Para bailar la Bamba. / Se necesita una poca de gracia. / Una poca de gracia y otra cosita. / Arriba y arriba. / Arriba y arriba. / Por ti seré, por ti seré. /  


Cantábamos con Mamá Yaya que vivía cada verso. Luego El Canelo: Dónde va Canelo ¡Caramba! tan de madrugada. / Dónde va Canelo ¡Caramba! tan de madrugada. / A cortar lechuga. Canelo. Pa´ la ensalada. /  A cortar lechuga. Canelo. Pa´ la ensalada. / Dónde va Canelo tan de mañanita. / Dónde va Canelo tan de mañanita. / A cortar lechuga. Canelo. Pa´ su abuelita. / A cortar lechuga. Canelo. Pa´ su abuelita. / A la tripa tripa tripa de mapache. / A la tripa tripa de mapache. / Mi mamá no quiere que yo me emborrache. / Mi mamá no quiere que yo me emborrache. / Pero si lo hago que sea con tepache. / Pero si lo hago que sea con tepache. / A la tripa, tripa, tripa de venado. / A la tripa, tripa, tripa de venado. / Mi mamá no quiere que coma pescado. / Mi mamá no quiere que coma pescado. / Pero si lo hago que sea de Alvarado. / Pero si lo hago que sea de Alvarado. /

Y seguían los versos con la alegría de Mamá Yaya y el entusiasmo de estar con ella, ella aplaudía, reía, y decía: __”Ora muchachas canten, esta es nuestra música jarocha.” Cómo disfrutaba con cada canción, luego canturreaba La Iguana: A la gea gea que iguana tan fea. / A la gea gea que iguana tan fea. / Que se sube al árbol y cacaraquea. / Que se sube al árbol y cacaraquea. / Pone su huevito y se zarandea. / Pone su huevito y se zarandea. /

No faltaba El Jarabe Loco: Este es el jarabe loco. / Este es el jarabe loco. / Que a los muertos resucita. / Que a los muertos resucita. /  Sale de la sepultura / moviendo la cabecita. / Sale de la sepultura / moviendo la cabecita. / Cogollo de lima, rosa de laurel. / Cogollo de lima, rosa de laurel. / Cómo quieres niña / que te venga a ver. / Cómo quieres niña / que te venga a ver. /


            La Bruja: / Hay que bonito es volar. / A las 2 de la mañana. / Hay que bonito es volar. / A las 2 de la mañana. / Para venir a caer en los brazos de su amada. / Para venir a caer en los brazos de su amada. / Me lleva la bruja, me lleva al cuartel/ Me lleva la bruja, me lleva al cuartel. / Me vuelve maceta y me da de comer. / Me vuelve maceta y me da de comer. / Me lleva la bruja, me lleva a su casa. / Me lleva la bruja, me lleva a su casa. /  Me vuelve maceta y  calabaza. / Me vuelve maceta y  calabaza.

Nos pasábamos cantando un buen rato los versos sencillos de nuestras canciones jarochas, que aún cantan con orgullo muchos artistas de antaño y también recientes,  como Yuri y Eugenia León, hay cientos de versiones, porque el chiste del son jarocho es versar,  narrarte algo, que disfrutes la vida tan bonita que Dios nos da; terminábamos roncas  de cantar y abrazábamos a Mamá Yaya, con la promesa de regresar a seguir cantando,  pues como dice el viejo refrán: __”De músico, poeta y loco, todos tenemos un poco. “  
¡Arriba Veracruz!


Texto Publicado en: Kaniwá #62 Suplemento cultural del periódico La Opinión, Poza Rica de Hgo; Veracruz. México, del 9  de julio de 2016.








domingo, 7 de agosto de 2016

Profra. Altagracia. Cortés de Méndez

La maestra  Altagracia Cortés  al  cumplir
84 años  de edad.

Por Joel García Cobos.

La Profra. Altagracia Cortés de Méndez, toda una institución educativa en nuestra ciudad, cumplió 84 años de edad.  Tengo el gusto y el honor de entrevistarla, llega caminando con facilidad, muy guapa y  elegante, vestida con pulcritud, como siempre ha sido, acompañada de su  hija la Lic. Columba Méndez.



__”Mi nombre de soltera es Altagracia Cortés Sánchez, nací   el 17 de junio de 1932,  en Zozocolco de Hidalgo, Veracruz  y cuyo nombre quiere decir Lugar de los Cántaros.  Mis padres fueron el señor Pedro Cortes Reyes y doña María Sánchez Landeros de Cortés. Se comercializaba la vainilla y el café. Recuerdo de mi niñez,  los hermosos cantos de los clarines al amanecer y la risa de los niños cuando jugábamos despreocupados en la calle.

Menciona con satisfacción sus estudios: En la Escuela Primaria Benito Juárez, fue alumna del gran educador Ricardo Sosa Lozada; continuó sus estudios en  la Secundaria Jorge de Castro Cancio de Papantla,  al terminar sigue preparándose en la Normal Básica  del Instituto de Capacitación del Magisterio Veracruzano en la ciudad de 9.

El 12 de diciembre de 1951 contraje matrimonio con el Profr. Eduardo Méndez Juan, (ver Kaniwá #37 del 17 de enero de 2016). En 1952 llegan  a vivir a la villa de Coatzintla, donde el Profr. Eduardo Méndez toma la Dirección de la Escuela Miguel Alemán y nace su primer hijo. En abril de 1952 se cambian a vivir a la colonia Chapultepec de Poza Rica,  comenzó a dar clases en la Primaria Niños Héroes y el Profr. Eduardo es designado Director.

__”Tuvimos 4 hijos: Juan Eduardo, José Ildefonso,  Luis Martín y Columba; ya al lado de mi esposo y a base de mucho esfuerzo,  estudié la Licenciatura en Ciencias Biológicas en cursos de verano en la Escuela Normal Superior de Puebla, concluyéndola  al parecer en 1976. 

Dio cátedras en la E. S. B. O #8; en la Academia John Gregg; en la Academia Hidalgo;  en la escuela Secundaria del Profr.  Agustín Ochoa Arana fue Sub directora; en la Secundaria Federal #3 José María Morelos y Pavón;  y Directora por varios años en la Escuela Primaria Enrique C. Rébsamen, ubicada en la colonia Manuel Ávila Camacho.

Escuela Primaria Estatal Niños Héroes.

__”Al principio  tuvimos que improvisar los muebles,  colocábamos unas hileras de ladrillos y le atravesábamos tablas, los grupos eran de 50 o 60 niños,  los maestros teníamos  que usar el ingenio  para captar su atención y que muchos años, también formaban el Comité don Darío Ánimas, don Rubicel Castelán, hicieron un buen papel.

__”Los domingos por las tardes organizábamos la kermes para recaudar fondos, el Profesor Eduardo  me llevaba ya atardeciendo, para hacer bulto y para iniciar el baile para que otros se animaran, cuando teníamos cierta cantidad fueron a ver al Gobernador López Arias, y dio otra cantidad, fueron a ver a un señor de Pemex, se fue haciendo de salón en salón, el Presidente Díaz Ordaz también dio un dinerito. 

 __Los maestros que dieron clases fueron: Zoyla Margarita Vargas Cuervo; Julia Díaz, Aurelia Martínez; Gonzalo Díaz Mora; Aida, Rafael Martínez y Martínez, Tomasa Campuzano Gómez; Emelina Caro Benavides; Rosa María Bermúdez; Jorge García Sánchez su hermana Refugio García Sánchez; Lourdes Cortés Sánchez (hermana de la maestra Altagracia); Guadalupe Hinojosa Mendoza; Guillermo García Pérez; Javier Cruz; Juana Aguilar; Juan Manuel Ocotla Contreras; Reyna Rangel Fonseca. Todos hicieron un magnífico trabajo, los que más se esforzaron en la construcción del edificio fueron: Las maestras Emelina,  Zoyla, Lula, Cuca, Aurelia, Rosa María, Delia Mendoza.

Y por  supuesto, la  estimada Profra. Altagracia Cortés y su esposo Eduardo Méndez Juan, quien falleciera en 1997 (q.e.p.d.).