viernes, 31 de marzo de 2017

Nos quedan los recuerdos.

Por Joel García Cobos

El salón estaba lleno de familiares y amigos dolientes, cerca del féretro 2 mujeres se abrazaron y durante varios minutos permanecieron sollozantes. La esposa rompió el silencio y con un susurro apenas perceptible emitió: __”Se nos fue, se nos adelantó”.

La amiga de ambos, de muchos años, respiró hondo y con orgullo añadió: __”Sí, pero me queda la satisfacción de que tuvimos el suficiente tiempo como para portarnos mal”. Sin entender, la viuda amigablemente le dijo: __”No te entiendo.” Y así abrazadas le platicó:

__”Hace unos días lo fui a visitar al hospital, me comentó que estaba cansado de esa comida insípida e ingrávida, que ya no la soportaba y que ya se quería ir a su casa, le pregunté qué se le antojaba a lo que me contestó que una hamburguesa de milanesa; yo le aseguré: __”No te preocupes, en la noche regreso y te la traigo.”

Y así fue, a las 8 de la noche nadie estaba en la habitación, puntual y sonriente llegó con un bolso, tratando de que la charla sonara lo más normal posible, por si hubiera algún mirón. Le preguntó cómo estaba y regresándose a la entrada se asomó al pasillo. Al no ver a nadie cerró la puerta, le puso el seguro y descolgándose la bolsa del hombro sacó un bulto y desenvolviéndolo del papel aluminio se acercó con rapidez a la cama. El delicioso aroma enseguida inundó el recinto a penumbras, él levantó el dedo pulgar y se lo enseñó, luego se frotó las manos y se incorporó.

Cruzaron miradas de complicidad, ella le comentó que estaba recién hechecita, calientita. Contento, fue comiendo bocado a bocado el que le parecía un suculento manjar. Ella le daba tiempo de masticar, corría, se acercaba y miraba por el minúsculo vidrio de la puerta cerrada. No se decían nada, solo comía disfrutando aquella comida ajena al lugar. Se carcajeaba de lo graciosa que se veía corriendo a la puerta, yendo y viniendo, se ponía rojo de tanto reír. Por fin concluyó, se sobó el estómago con una mano y le dio las gracias y alabó su osadía.

Ella le contestó que con todo gusto lo hizo, que sabía lo que era estar en un hospital con sus rígidas normas, sobre todo las alimentarias. Fue y abrió la puerta, se paró viendo para ambos lados del pasillo. A lo lejos una enfermera se acercaba, se dio media vuelta y caminó hacia la cama, respirando hondo le dijo: __”Justo a tiempo.” En ese momento la enfermera desapareció en el claro de la puerta caminando por el pasillo, llevaba una charolita entre sus manos.

Cuando ambos comenzaron a platicar de otras cosas, el hijo del festejado entró, respirando profundamente y moviendo la cabeza para ambos lados, dijo con una voz profunda e inquisitoria, al tiempo que fruncía el ceño: __”Aquí huele a comida”. Ella, asintiendo con perspicacia: ¡A milanesa! Los tres rieron a carcajadas.

Las dos mujeres también sonrieron, se separaron, se dijeron entre sí, secándose las lágrimas: __”Sí, nos quedan los recuerdos, volver a vivir esos momentos, ya no habrá otros”.

  

lunes, 6 de marzo de 2017

Mucho por Decir y más por Hacer: Lic. Ma. Luisa Suárez Cordero.

Maestra Maria Luisa Suárez.
Por: Joel García Cobos.


En estos días en que se celebra el Día Internacional de la Mujer, entrevisto con mucho gusto a una profesionista valiosa de la Universidad Veracruzana, la Maestra María Luisa Suárez Cordero, poseedora de una gran preparación, fuerza de voluntad, dinamismo y positivismo.

Nacida en Poza Rica, es Contadora Pública y Auditor y Licenciada en Administración de Empresas, tiene una especialidad en Administración fiscal y la maestría en Gestión de la Calidad, todas cursadas en la Universidad Veracruzana; experiencia laboral en INMECAFE y en INEA en Xalapa, en ICA en el Distrito Federal, y aquí en Poza Rica en el Instituto Mexicano del Petróleo  y PEMEX como personal sindicalizado y personal de confianza en el área de Finanzas. Desde 1986 ingresa a su Alma Mater como Catedrática en la Facultad de Contaduría, y de nueve años a la fecha se desempeña como Coordinadora  Académica Regional del Sistema de Enseñanza Abierta de la misma U.V;  al frente de la Coordinación representa a la comunidad universitaria de los programas educativos de Contaduría y Derecho.


Comienzo preguntándole si le resultó difícil estudiar a la par ambas licenciaturas: __”No, porque son carreras afines, y cursar las mismas asignaturas desde dos perspectivas, de contador y de administrador, me permitió tener una mejor visión, sobre todo aprender desde dos diferentes posiciones, fue importante darse cuenta que hay diferentes caminos para llegar al mismo lugar o, en este caso, al mismo resultado. Para mí fue fácil, implicó un compromiso y una responsabilidad fuerte que asumí con dedicación y amor.”

Reconoció el gran esfuerzo que debió realizar para sostenerse ella misma parte de sus estudios, pues tuvo que dedicar mucho tiempo al comercio para poder tener recursos y no abandonar su preparación profesional.  Desde estudiante es exitosa, al hacer de la Administración su herramienta, pues sus padres no podían proveerle recursos suficientes.

De la participación de las mujeres estudiantes en las aula afirmó: __”Como parte del área administrativa he podido constatar que el número de mujeres supera a los hombres, y no solo en las aulas universitarias sino en todos los ámbitos las mujeres hemos avanzando, somos excelentes administradoras, dedicadas, comprometidas, responsables, participativas, colaborativas, empáticas, creativas, humanistas, y combinamos perfectamente nuestro papel de mujer, madre, ama de casa y esposa, con la de trabajadora y/o profesionista.  En la actualidad la mujer incursiona en diferentes campos que antes sólo fueron diseñados y planeados para los hombres, colocándonos en igualdad de condiciones.”

Sobre sus logros profesionales en un país tradicionalmente machista se declaró agraciada: __”Me considero una mujer sumamente afortunada y bendecida por Dios, porque los puestos que he ocupado y las actividades o encomiendas que me han conferido, las he obtenido a base de tesón y esfuerzo y, por supuesto, demostrando mi capacidad;  considero que mi preparación profesional fue excelente, pero entiendo también que es necesario continuar con esta actualización.”

Explicó con entusiasmo que la globalización obliga a una preparación continua  y en esta época de crisis aún más.  En el terreno académico en breve iniciará un doctorado y desea convertirse en Investigadora de la U. V;  en el ámbito profesional tiene un proyecto para establecer una Consultoría en Gestión de la Calidad; por lo que hace al  terreno personal, reconoció su anhelo de convivir aún más con su familia, que al final de cuentas es la gran sacrificada por desarrollarse como profesionistas y trabajadoras.

Fue muy positiva al vislumbrar mejores tiempos para nuestra castigada ciudad: __”Está muy crítica la situación en todos los ámbitos, pero considero que Poza Rica está llena de hombres y sobre todo mujeres talentosas que pueden hacer mucho por Poza Rica. Si fuimos una ciudad que despuntó por la industria petrolera y hoy ha ido decayendo, podemos visualizar a nuestra hermosa y querida ciudad con muchas otras riquezas, es importante rescatar que Poza Rica tiene una ubicación geográfica envidiable, y  que las ciudades que se encuentran a sus alrededores poseen riquezas naturales que podemos administrar, podemos enfocarnos al turismo y todo aquello que detone la economía de nuestra región: la zona arqueológica del Tajín, las playas que están a un paso de nosotros, su gastronomía, sus tradiciones culturales, el comercio alimentario, el deporte y el arte;  a través de inversiones impulsar la creación de empresas que generen empleos y den un desahogo a la economía familiar tan lacerada.”  

Concluyó exponiendo: __”La U.V; y otras instituciones de educación superior, tienen jóvenes sumamente talentosos que tienen proyectos innovadores, pero les falta el impulso económico. Hay mucho que decir y más por hacer, rescatar y sumar esfuerzos es sumamente importante; impulsar el deporte y la cultura son detonantes válidos para salvar a nuestros niños y jóvenes de situaciones peligrosas.  Los que aquí nacimos y amamos nuestra ciudad, nos duele verla como se consume, así que debemos sumarnos para que sea nuevamente un foco importante de nuestro país, si es cierto que ya no será la Capital Petrolera, sí podemos destacar en comercio y turismo, uniendo nuestros esfuerzos con las ciudades circunvecinas.”

viernes, 3 de marzo de 2017

¿Tú también pediste carbón?

Por Joel García Cobos.


Tal vez pensarás que la siguiente narración es un cuento, pero no, fue real, me lo contó un maestro rural que llegó a Tonalá, Chiapas a hacerse cargo de la escuelita local.

La ancianita vivía sola, en su casita de adobe y teja, rodeada de muebles y objetos ancestrales que tenían la edad de sus cotidianos recuerdos, sus familiares vivían cerca, pendientes a sus necesidades, pero independiente como fue siempre, disfrutaba de su soledad.

En la estancia se reconocían  un ropero, una  mesa, una silla, una mecedora, varias cajas grandes de madera y una cama de latón,  a mitad de pared, una puerta abierta de madera, y muy cercano un techado  que cubría un derruido fogón de carbón, donde la viejita cocinaba su exigua comida.

Tenía por compañeros de vida, un gato ciego, que de tan viejo, ya no salía de casa, pues la última vez que salió por poco lo matan unos briosos perros. También vivía con ella un desplumado loro, con los años había aprendido de su ama sus cariñosas palabras y frases, alegrándole la existencia.

Hasta la casa pintoresca de tan singular familia, llegaba un vendedor de carbón, no menos ancestral  que los 3 personajes  mencionados, y que el jumento  que jalaba su destartalada carreta; sus ruidos peculiares repercutían por la adoquinada vía. El noble burriquito se detenía tan solo  en las viviendas que le dictaba el mandato de la costumbre.

__ ¡Maalee! Gritaba el carbonero mientras se apeaba ante la medio destruida o medio construida barda que lindaba al frente. A ciencia cierta nadie sabía en el pueblo el origen de ese conocido pregón que lo decía desde siempre, unos aseguraban que derivaba de Malena, una novia de su juventud, otros opinaban que era una forma  de Madre, pues la mayoría de sus clientes eran mujeres; otros no le pensaban tanto y decían que era solo una expresión, un grito para llamar la atención.

Sea como fuera: __ ¡Yuuujú! Era la respuesta cariñosa de la viejita que generalmente salía a platicar unos instantes con su amigo, cuando no salía por alguna causa le gritaba: __¡Échalo! Y él sacando energías, tiraba el ennegrecido y diminuto saco lo suficientemente fuerte para que pasara por encima de la separación y cayera dentro del corredor.

Una mañana que la anciana salió por ahí, seguramente a visitar una vecina enferma, se escuchó la carreta acercarse y el consabido: __ ¡Maalee!, contestado por: __ ¡Yuuujú!, y segundos después: __¡Échalo!, el anciano tiró el bulto y lo vio caer con satisfacción en el lugar de siempre. Horas después, cuando la anciana regresó, vio el bulto y entró a su cuarto que apenas estaba cerrado con la puerta de madera medio emparejada, quitándose el reboso de la cabeza y hombros comenzó a hablarles con cariño a sus dos amigos: __ ¡Minino! ¡Perico! ¡Sin vergüenzas! ¿Dónde están?

Por respuesta, en el silencio de la habitación escuchó un aleteo debajo de la cama, observó que el gato se deslizó con rapidez debajo de ese mueble, y el perico le dijo: __ “¿Tú también pediste carbón?”