miércoles, 6 de enero de 2016

Restaurador de corazones, Príncipe de Paz.



Por Joel García Cobos.


“Hallan 19 cuerpos en fosa de Guerrero/ Los Ángeles cierra sus escuelas por miedo a ataques/ Serena hace trampa en carrera: La pillan en taxi/ Detienen a ex alcalde de Yanga, por abuso de autoridad/ Captan a policías en plena mordida/ Podría ir 37 años a prisión por burlarse de perro/ EPN y rector de UNAM buscan impulsar educación superior/ Actores de Star Wars visitan niños enfermos/ Ella es la esposa del más guapo del mundo/ Increíble, aparece imagen de virgen en un tronco/ Querétaro y sus pueblos mágicos te esperan/ Conductoras dan noticias con escotazos/ Caen 60 por pornografía infantil en México y 11 países/ Mueren 23 por incendio en hospital ruso/ América cae y Darwin da cabezazo a Sambueza.” Unotv.com





El anterior es un muestreo de noticias de una agencia que las difunde a teléfonos celulares, tomé cinco bloques seguidos para ilustrar mi afirmación: La mayoría de las noticias actuales que manejan los medios masivos de comunicación son decepcionantes, en ellas no hay nada positivo ni digno de atención, en todas hay degradación, vanidad o demagogia.

En contraste, hay muy pocos informes positivos, amenos, que nos proporcionen alegría, esperanza o ánimo, las personas en la actualidad viven temerosas, inseguras, insatisfechas, expectantes a nuevas calamidades, las estadísticas son demoledoras, pues reflejan familias: disfuncionales,  con enfermos,  sin  empleo ni  tranquilidad.

Hace 2 mil años, se dio la noticia del nacimiento de un niño en un establo, rodeado de ganado, se le llamó Jesús, su padre fue un humilde carpintero, su mamá una virtuosa ama de casa, su misión: restaurar la imagen difamada de Dios y salvar al mundo,  vino a desatar las cargas de los pobres y traerles paz y esperanza. Aunque se había profetizado desde hacía  4 mil años su venida, su nación no lo esperó, sólo unos pastorcitos recordaban su próximo arribo  y a ellos le fue anunciado el cumplimiento del suceso.

Esta narración en nuestros días es muy conocida, unos dicen que es ficción, una leyenda  que se ha ido repitiendo de generación en generación, para otros es  un monótono estilo de vida. Pero esa tierna historia, no terminó ahí, el niño creció, se hizo hombre y aunque fue un humilde artesano ha quedado de manifiesto su inmensurable sabiduría.

 La historia lo coloca en la excelencia de un sinfín de funciones: médico, maestro, psicólogo, físico, químico, filósofo, jurista, orador, revolucionario, y artista, pues es el Creador del universo, de ahí lo excepcional, tal vez mi lista se quede corta, sus actos nadie ha  igualado  y mucho menos superado.

Hay científicos valiosos galardones; en cambio, Jesús venció  a la lepra, ceguera, e invalidez, con el poder de su voz sanó a personas con epilepsia, poseídos de demonios, aplacó tormentas, multiplicó alimentos, resucitó muertos; y ese poder está accesible a todos los que lo pidan. A él no se le dio ningún reconocimiento, en cambio se le asesinó  de la forma más vil.

Si su poder es enorme, más aún lo es su amor y misericordia que son atributos del carácter del Padre, imagen restaurada por Jesús, como miles de  ejemplos ahí está Magdalena: un alma regenerada, bondadosa  y agradecida.

A esto vino a nacer Jesús en una noche fría, a regenerar nuestros corazones y a enseñarnos a amarnos unos a otros, incluso a nuestros enemigos, si en verdad lo amamos, seguiremos sus enseñanzas, no habrían tantas noticias tristes, llenas de odio, violencia y sangre.   Quiera Dios, que lo aceptemos en su dimensión real: El Salvador del mundo, el restaurador de  corazones, el Príncipe de Paz.


Texto Publicado en: Kaniwá #34 Suplemento cultural del periódico La Opinión, Poza Rica de Hgo; Veracruz. México, el 27  de diciembre de 2015.



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