jueves, 24 de marzo de 2016

El Cordero Pascual


Por Joel García Cobos.


El origen de La Pascua.

Israel era ya anciano y aún lloraba la muerte de su amado hijo José, el penúltimo de sus 12 hijos, aquel que se conoce como José el soñador. En toda la tierra había sequía y escases de alimento, por eso Israel, envió a sus hijos al vecino país de Egipto para que compraran trigo y pudiera subsistir su numerosa familia de donde nacería el Mesías, promesa hecha a su abuelo Abraham.

Al regreso de sus hijos le trajeron una maravillosa noticia: Su hijo José vivía y era el segundo después del Faraón, y lo mandaba buscar. Así que Israel fue feliz a reunirse con su amado hijo, vivió algunos años en la tierra de Egipto, luego murió muy anciano y su descendencia vivió ahí durante 400 años, crecieron tanto que los egipcios temerosos de que se unieran con algún pueblo enemigo, los tuvieron como esclavos.

Jehová, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob que le cambió el nombre a Israel, permitió esta opresión porque poco a poco se habían olvidado de él y se acomodaron a los dioses de esa nación. En ese terrible sufrimiento se acordaron del  Dios vivo de sus antepasados y clamaron a él,  así que envió a Moisés y en el nombre del gran Yo Soy los sacó de Egipto, después de unas calamitosas plagas para ablandar el corazón del soberbio monarca que solo los dejó ir, cuando  vio desbastado el país.

Yo Soy que es el mismo que Jehová instituye La Pascua, les ordenó que la noche antes de salir de Egipto, debían tomar un corderito de un año, sin defecto físico alguno, degollarlo, cocinarlo y comerlo acompañado de yerbas amargas, la sangre sería untada en el dintel de la puerta, esa noche pasó el Ángel de Jehová, y toda casa marcada fue respetada, la que no tuvo la señal, el primogénito que habitaba ahí murió. A la mañana siguiente, el clamor fue grande entre los egipcios que sufrieron esta última plaga. Este corderito era un símbolo de Jesucristo,  el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo, y que fue prometido desde el Edén. 

El cumplimiento de la profecía.

Estamos en Semana Santa, en estas fechas recordamos que Jesús murió en la cruz para darnos vida eterna, pues la sentencia es clara, la paga del pecado es muerte. Al desobedecer Adán y Eva en el Edén, la raza humana se hizo culpable. ¿Y cómo fue que el Creador de universo vino a morir en rescate de sus creaturas? Vayamos paso a paso.

En Juan  capítulo 1 versículos del  1 al 3 se establece  Jesús el verbo, creó todas las cosas, luego, en Salmos 8 del 3 al 8  resalta que Dios le da a Adán una función y la tierra, esto es, lo coronó Rey y la tierra fue su territorio. Para que Adán fuera por perpetuidad Rey debía ser obediente a Dios, porque si no obedecía pecaba y si pecaba moriría, por lo tanto, debía estar a la altura de su Creador. Pero Adán perdió estos 2 privilegios al someterse al enemigo de Dios.

Cuando Jesús viene a la tierra, el Padre de la mentira ya sabía que venía a rescatar a la raza caída, así que trazó su plan. En  Lucas 4: 5 al 7 encontramos una de tantas batallas, astutamente le ofrece el territorio y su soberanía terrenal: __“Porque a mí se me ha entregado y a quien quiero la doy, solo arrodíllate ante mí y adórame.” Le decía constantemente: __”No tienes que ir a la cruz ni sufrir” le ofreció regresarle la Tierra, pero Jesús sabía que si aceptaba, ponía en peligro del gobierno universal, era como cambiar una rebanadita por todo el pastel, así actúa el engañador.

Pero nuestro amoroso Dios provee en todo momento ayuda y esperanza, en el Antiguo Testamento encontramos las Leyes de La Redención, si una persona se había empobrecido de tal manera que se vendió como esclavo, o vendió su porción de tierra, había una forma de recuperarlas. En Levítico 25: 25 se registra: __”Cuando tu hermano empobreciere y cuando vendiere su posesión, entonces su pariente más próximo vendrá y rescatará lo que su hermano hubiere vendido” y más adelante encontramos cómo debía rescatarse: __“Después que se haya vendido podrá ser rescatado por un hermano o familiar cercano.” El problema de la raza humana es que toda era esclava del pecado y nadie podía redimirla.  Se ofrecieron los ángeles, pero eran insuficientes, son seres creados.

Entonces, se dio a conocer el plan de la redención tan celosamente guardado, Jesús el Creador moriría por el hombre, aunque era dador de vida, había un problema, él era miembro de la familia celestial, muy pequeña por cierto pues solo era el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. La solución la encontramos en San Juan 1: 14: __”El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros y vimos su gloria…” así que en un Consejo de gobierno, reunió a los representantes de los mundos no caídos y de los ángeles y  les informó. Para rescatarnos y rescatar nuestra heredad, Jesús debía cumplir 2 requisitos: Éxodo 12: 5 y 6 dice del Cordero pascual: Será sin defecto y lo inmolarás entre las 2 tardes. Jesús vino a cumplir la ley que nos exige perfección, excelencia pues somos hijos del Rey del Universo, no invertebrados, luego Jesús murió cargando los pecados de todos los humanos, así dice en 1 de Pedro 1: 18 al 20.

Satanás sabía quién era y a qué vino Jesús,  en Marcos 1: 23 y 24 un endemoniado lo declaró y añadió vienes a “destruirnos” llegó a esta conclusión tal vez al  observar la ceremonia de la expiación de la nación judía, notó la similitud que había entre un cordero pascual y la vida perfecta de Cristo, e imaginó que ofrecería su vida en rescate de la raza caída, entonces decidió vencerlo, hacerlo pecar y evitar que muriera en la cruz.


Por eso en la cruz dijo: __”Consumado es” o sea: __”Yo cumplí mi parte” y: __”Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu” __”Ahora, Padre, cumple lo tuyo”  y así fue, un poderoso ángel en la resurrección exclamó: __”Oh, Hijo de hombre, tu Padre te llama” y resonaron los cánticos celestiales por las edades sin fin. Cristo Reina. 

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