lunes, 28 de agosto de 2017

¡Una revista de 170 años!


“Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y la ciencia fuere grata a tu alma, la discreción te guardará; te preservará la inteligencia” (Proverbios 2:70,71).

¿Puede una revista estar en circulación por más de 170 años? Sí, así es. De hecho, esa revista existe y se llama Scientific American, y es una prestigiosa publicación de divulgación científica. Justamente, fue fundada por Rufus Porter un día como hoy, de 1845.

Muchos consideran que la ciencia está en las antípodas de la fe y que, si eres un científico, no puedes ser, a la vez, una persona religiosa. Nada más lejos de la verdad. La historia rebosa de hombres de ciencia y de fe en Dios, tal como lo puedes leer en el libro Ellos creían en Dios, de Rodrigo Silva (ACES). Copérnico, Galileo Galilei, Kepler, Pascal, Newton, Faraday, Pasteur y muchos otros eran devotos creyentes, y armonizaban con éxito sus postulados científicos con el estudio de la Biblia.

A su vez, la Palabra de Dios afirma varios hechos que los científicos han comprobado varios años, y siglos, después. Tan solo tres ejemplos:

Se comprobó que la tierra está “suspendida” en el espacio. Lejos de afirmar que nuestro planeta se apoya sobre elefantes o tortugas gigantes, o que es sostenida por Atlas, la Biblia afirma lo que la ciencia luego descubrió: “Cuelga la tierra sobre nada” (Job 26:7).

Génesis 2:7 y 3:19 indican que nuestro cuerpo está formado por polvo. Actualmente, los científicos reconocen que el cuerpo humano se compone de 28 elementos, todos encontrados en la tierra.

Levítico 17:11 y 14 asegura que la vida se encuentra en la sangre. En épocas antiguas, el escaso conocimiento hacía que los médicos hicieran sangrar a una persona para que sanara. Hoy se sabe que es necesaria sangre saludable para llevar nutrientes a cada célula del organismo.

Hoy puede ser un día histórico. Investiga más sobre alguna área científica e indaga qué dice la Biblia sobre ese tema. Sé también una persona de ciencia y de fe en Dios.

“Muchos jóvenes, al hablar de la ciencia son sabios más allá de lo que está escrito; tratan de explicar los caminos y las obras de Dios con algo que responde a su comprensión finita; pero es todo un miserable fracaso. La verdadera ciencia y la inspiración están en perfecta armonía. La falsa ciencia es algo independiente de Dios. Es ignorancia presuntuosa” (Elena de White, Mensajes para los jóvenes, p. 183). PA

Tomado de
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2017
UN DÍA HISTÓRICO
Pablo Ale – Marcos Blanco
Lecturas devocionales para Jóvenes 2017

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