lunes, 16 de mayo de 2016

Pita Amor, la décima musa. Versión corregida y aumentada para Internet.


Pita Amor.

Por Joel García Cobos.

Pita Amor pareciera un personaje de la cinematografía francesa, pero es real y muy mexicana. Fue una gran poeta y escritora, publicó en varias revistas y suplementos de diarios importantes. Su belleza fue otro elemento destacado en su  excéntrica vida sin ataduras; un personaje que desafió a su época y llenó páginas enteras de revistas y periódicos de los años 50´s. Así como su contemporánea Frida Kahlo es cada día más conocida, la figura de Pita Amor se abre paso en la bruma del tiempo y es importante rescatar su obra poética y su pensamiento, tenía un alto concepto de sí misma.
Una parodia de Pita  Amor de la tercera edad.









Su nombre completo fue Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein, nace en la ciudad de México el 30 de mayo de 1918, en una familia aristocrática venida a menos, unos dicen que por la Revolución otros que  en los 40´s, sus padres fueron Emmanuel Amor Subervielle y Carolina Schmidtlein García Teruel, tenía sangre francesa, alemana y española; fue la menor de 7 hijos, niña mimada y caprichosa, rasgo que la acompañó toda su vida. Vivió en una fastuosa mansión. Fue tía de la escritora Elena Poniatowska a quien le prohibió usar al apellido Amor.

La escritora Elena Poniatowska

muy joven sobrina de Pita. 
Ya en la juventud, su excepcional belleza le permitió  incursionar con algo de éxito como actriz (2 películas) y modelo, fue captada prolíficamente por los más destacados fotógrafos y pintores como: Juan Soriano, Cordelia Urrutia  y Raúl Anguiano, el cuadro al desnudo de  Diego Rivera fue un escándalo más que cultivó la prensa.  Se habituó  al lujo, su exclusivo círculo de amistades estaba formado por intelectuales y artistas: María Félix; Juan Rulfo;  Diego y Frida;  Elena Garro; Alfonso Reyes; Salvador Novo; Ricardo Garibay; Juan José Arreola; Salvador Dalí; Pablo Picasso y Gabriela Mistral. De Octavio Paz, su sobrina Elena Poniatowska  asegura que no se llevaron bien,  que fueron rivales  en las letras.  Se vestía con extravagancia, mantones y velos; se asegura que gustaba  caminar de noche  por las calles céntricas de la capital desnuda, cubierta por un    abrigo de mink.   Su polémica vida la sitúa como  precursora de la liberación sexual femenina, no le interesaba lo que se dijera o escribiera de ella.  















Hay que leer sus sonetos para darnos cuenta que tenían inspiración y eran  perfectos, como Ese Cristo que transcribo a continuación, es doliente  y bello: Ese Cristo
Pita comienza a escribir poemas  a los 27..
Ese Cristo de tápalo encarnado,
de terciopelo  recamado de oro
me causa espanto, compasión, azoro
y lo llevo en mis ojos reflejado.

Ese Cristo en su cruz crucificado
me mira tenazmente y sin decoro
Él sabe  que al mirarlo siempre lloro
Y me pide por mí ser desclavado.

Yo miro su mirada legendaria
Su agonía tan larga y estatuaria
Y rechazo seguirlo contemplando.

Pues  su muerte me está crucificando
Y me huyo por las calles de cemento
Huyendo de ese Cristo tan violento.


Pero destacó más describiéndose a sí misma (caprichosa, soberbia) con su lenguaje directo y haciendo chuza en las conciencias de su tiempo,  fue aclama por los más insignes poetas,  Alfonso Reyes la apadrinó, en su presentación no se midió y en aquella memorable frase la piropeó con flores y hasta el florero: "(...) y nada de comparaciones odiosas, aquí se trata de un caso mitológico"elogio vasto, y a la vez breve y profundo como era el célebre regiomontano. Sus Letanías son un himno para las féminas  y  las declaman con teatralidad.

Pita inspiró a innumerables artistas, no de
 balde se le conoce como La Décima Musa.
Letanía de mis defectos  Guadalupe Amor

Soy vanidosa, déspota, blasfema,
Soberbia, altiva, ingrata, desdeñosa;
pero conservo aún la tez de rosa.
La lumbre del infierno a mí me quema.
Es de cristal cortado mi sistema.
Soy ególatra, fría, tumultuosa.
Me quiebro frágil como mariposa.
Yo misma he construido mi anatema.
Soy perversa, malvada, vengativa.
Es prestada mi sangre y fugitiva.
Mis pensamientos son muy taciturnos.
Mis sueños de pecado son nocturnos.
Soy histérica, loca desquiciada;
pero a la eternidad ya sentenciada.
Shakespeare me llamó genial /Lópe de Vega infinita /Calderón, bruja maldita /Y Fray Luis la episcopal; /Quevedo, grande inmortal /Y Góngora la contrita. / SorJuana, monja inaudita / y Bécquer la mayoral. / Rubén Darío, la hemorragia; / La hechicera de la magia. / Machado, la alucinante. / Villaurrutia, enajenante /García Lorca, la grandiosa. / ¡Y yo me llamé la Diosa!





Yo soy mi propia casa.
Pita impacta  con su primer libro de poemas:
Yo soy mi propia casa
I
Casa redonda tenía
de redonda soledad:

el aire que la invadía

era redonda armonía

de irrespirable ansiedad.

Las mañanas eran noches,
las noches desvanecidas,

las penas muy bien logradas,

las dichas muy mal vividas.

Y de ese ambiente redondo,
redondo por negativo,

mi corazón salió herido

y mi conciencia turbada.

                                                               Un recuerdo mantenido:

                                                               redonda, redonda nada.
                               
  II
Escaleras sin peldaños
mis penas son para mí,

cadenas de desengaños,

tributos que al mundo dí.

Tienen diferente forma
y diferente matiz,

pero unidas por los años,

mis penas, o mis engaños,

como sucesión de daños,

son escaleras en mí.

III
De mi esférica idea de las cosas,

parten mis inquietudes y mis males,

pues geométricamente, pienso iguales

lo grande y lo pequeño, porque siendo,

son de igual importancia; que existiendo,

sus tamaños no tienen proporciones,

pues no se miden por sus dimensiones
y sólo cuentan, porque son totales,
aunque esféricamente desiguales...

Tiene metáforas originales que describía su

peculiar interpretación de la vida, su soledad y 

su angustia.

Décimas a Dios.

Dios, invención admirable,
hecha de ansiedad human
y de esencia arcana,
que se vuelve impenetrable,
¿Por qué no eres tú palpable
para el soberbio que vio?
¿Por qué me dices que no
cuando te pido que vengas?
Dios mío, no te detengas,
¿o quieres que vaya yo?



Una de las tantas caricaturas que
le dedicó la prensa.


En lo personal, me gusta mucho esta  décima, es hermosa, sensible,  introspectiva, como las de Sor Juana Inés. Denota  un alma angustiada, y cómo no si le falta conocimiento de Dios, está mal informada de su amor, bondad y poder como los conceptos que tienen las personas adoradoras de imágenes mustias, recamadas  de seda y  oro; Dios no es una invención ni un objeto de  arte, es un ser real, vivo y personal, un Padre amoroso que se interesa por ti y te llena de gozo y paz,  no es violento sino violentado y calumniado; Pita  no alcanzó a darse cuenta que lo  necesitaba, se va por el áspero  cemento de la vía sin recocer que él es el Camino, la Verdad y la Vida.




María Félix le inspiró uno  de sus  versos más gustados:


 Ayer te vi rodeada

por la tarde,

Ibas como un cuchillo

 desafiando el aire…



“Casa redonda tenía de redonda soledad: el aire que la invadía era redonda armonía de irrespirable ansiedad.” fue su primer verso que surgió espontáneo y la encaminó a los 27 años. “Ayer te vi rodeada por la tarde, Ibas como un cuchillo desafiando el aire.” Es otro de los más citados. Entre sus obras están: Yo soy mi casa (1946); Puerta obstinada (1947); Círculo de angustia (1948); Polvo (1949); Décimas a Dios (1953); Otro libro de amor (1955); Sirviéndole a Dios, de hoguera (1958); Todos los siglos del mundo (1959); 48 Veces Pita (1983); Soy dueña del Universo (1984).





En otra parodia recorre el barrio antiguo de
Monterrey declamando sus poemas.
Cuando tenía 41 años la desgracia tocó a su puerta, tuvo un hijo y muere poco después de un año y meses, llenándola de pesar y de silencio, por una década se encierra y descuida su aspecto, en 1974 da un exitoso recital de poesía mexicana incluyendo su producción que la devuelve a la vida pública exitosa y palpitante.
Pita Amor muere sola a los 81   años de  edad.













Pita Amor, muere un 8 de mayo del 2000, tenía 81 años, pasó sola sus 2 últimos años, rodeada solo de recuerdos, víctima de una complicación respiratoria por neumonía. En estos 16 años se le han hecho varios merecidos homenajes, tal vez el mayor de ellos sea que cada día hay más información de ella en el internet, y no puede ser de otra forma, llenó el siglo pasado con su presencia.


En uno de sus últimos homenajes en vida..




En este, sus poemas la hacen recordar como: La décima musa; Huracán difícil de aguantar; Torrente de ingenio; Cascada de Arte; Conversación fascinante; Reina honoraria de la zona rosa y Abuelita de Batman como la cita un Tweets; Emperatriz de México; La niña enorme y viva para siempre; Señora de la tinta americana, titulo de un documental de la UNAN y de su sobrino Eduardo Sepúlveda Amor proyectado en 1915.



Léala y escúchela usted mismo por internet.

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