martes, 8 de mayo de 2018

Confirmado: el NAICM destruye el Lago Nabor Carrillo


Karina Espinoza

Ocultación de información y acciones, y toma de decisiones apresuradas, así la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México

MARTES, 1 DE MAYO DE 2018


Hasta diciembre del año pasado, el Lago Nabor Carrillo era ejemplo a seguir por su tratamiento de aguas, según la agrupación ambientalista Franature Mahatma Gandhi, que verificó que el Nabor Carrillo trataba adecuadamente su agua pues reportaba un 99.9 de limpieza.

En dicho momento, el agua que repartía el Nabor dejaba como saldo fauna y flora sana en por lo menos mil hectáreas de extensión. Distando, además, con la media de los cuerpos de agua y ríos existentes en el Valle de México, a los que la urbanización se encargó de contaminar hasta que cualquier esfuerzo por recuperarlos es inútil.

En términos generales, la noticia no es nueva sino sólo por la forma en la que se ha dado por sentada su (in)existencia y se ha obviado la necesidad de almacenar 36 millones de metros cúbicos de agua de manera óptima.

Hoy, el presidente de la Asociación Civil Ciudad Posible, extitular de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), José Luis Luege, enuncia lo inevitable: el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) termina con el proyecto de mantener el lago.


Lago Nabor Carrillo desde las alturas. (Foto: Eduardo Salazar/ Booxmiis)


En su columna para El Universal, Luege expone cómo el proyecto del Plan de Texcoco que planeaba compensar la pérdida de capacidad reguladora de la zona federal donde se construye el NAICM, y que se pensaba como una zona de recuperación ambiental con la construcción de un lago artificial de mil hectáreas con capacidad para 30 millones de metros cúbicos de agua, queda completamente descartado.

¿Las razones?

Luege dice que el grupo asesor especializado, responsable del proyecto, Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), no puede permitirse ningún cuerpo de agua permanente en las inmediaciones del Nuevo Aeropuerto por condiciones de seguridad en la aproximación de las pistas de despegue y aterrizaje.

Para los menos instruidos en el tema, es importante recalcar que la diferencia entre una laguna reguladora y un lago permanente es su uso. Y que, en términos prácticos para las constructoras, es más fácil y barato manejar una laguna, pero que eso implica, en este caso, daños desastrozos para los ecosistemas locales, la destrucción del hábitat de miles de aves migratorias y de microclimas al servicio ambiental de toda la ciudad.

Cambiar la utilidad del lago artificial Nabor Carrillo es abonar a la destrucción del patrimonio ambiental. Ya está hecho, ahora lo que queda es esperar no lamentarse mucho cuando la sequía y la elevación de la temperatura se conviertan en tolvaneras que provoquen grandes cantidades de polvo en el ambiente del centro de la ciudad, lo que repercutirá en la seguridad y la salud de muchos.


















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