lunes, 20 de noviembre de 2017

MÉXICO, 60 AÑOS DE REÍR, CANTAR Y LLORAR SIN PEDRO INFANTE.



Por Joel García Cobos.


Se cumplieron 60 años del fallecimiento del ídolo de México, el gran Pedro Infante.

Un 15 de abril de 1957, cayó la avioneta donde Pedro era el copiloto, en un barrio de Mérida, la capital del estado de Yucatán, al extremo sur este del país. La noticia enlutó a la nación, la gente salió a la calle bañada en lágrimas, sus compañeros actores externaron su dolor ante la pérdida de un amigo como pocos hay en ese medio: sincero y leal. 

El carismático artista, originario de Guamúchil, Sinaloa, pasó carencias económicas, aprendió varios oficios para sobre llevar la carga familiar, su privilegiada voz le abrió las puertas de la fama en la capital del país, su privilegiada voz estaba unida a una natural capacidad de actuación, su cara y cuerpo agradable lo hacía atrayente en las innumerables películas que filmó, su carisma, nobleza y sinceridad formaban parte de este ser que no se dejó deslumbrar por el éxito, siendo el artista más popular y querido de todos los tiempos en México.

Y aunque ya son 60 largos años de su ausencia, donde México, su querido país a sido golpeado hasta el extremo por las pésimas políticas y cinismo de sus gobernantes, su lugar en la farándula y en el corazón del pueblo no ha sido ocupado, muchos lo recuerdan con cariño, hay quienes lo añoran cada día; se canta con él, se platica de él, se ven sus películas; se ríe y se llora con él y por él.


Cancún, Quintana Roo, 20 de Noviembre de 2017.

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