Por Joel García Cobos,
Según la historia, nuestro mercado municipal se inauguró en 1947, cuando
Poza Rica pertenecía al municipio de
Coatzintla, y lo construyó Petróleos Mexicanos, siendo su superintendente el Ing. Jaime J. Merino. Al parecer
alrededor de la galera
central, quedaba espacio para el
estacionamiento que en aquel entonces
solo habían pocos carros; los comerciantes venían de los estados
cercanos como Puebla, Hidalgo, San Luis
Potosí, así como Estado de México y Distrito Federal, cada fin de semana
exponían sus productos, en improvisados puestos
de diversos materiales.
Av. 2 Norte,hoy H.Kehoe Vincent, en
1966.
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Conforme pasaron
los años, los comerciantes se fueron
quedando para vender también durante toda
la semana, improvisando puestos, yo lo que
recuerdo de niño es, que ya no había
zona de estacionamiento, resultando un centro enorme y desorganizado, lo veía tan contrastante, vastedad de puestos, gente y productos,
era de un solo piso tenía techos tal vez
de asbesto y por 2 lados
puestos y de los otros 2 lados tela ciclón.
Algunas partes como fondas, frutas y legumbres les faltaba aseo, el piso no
tenía mosaico, los cables de luz se
veían en mal estado y los cilindros de gas por doquier; en tiempo de lluvias era una tortura, con escurrideros constantes y las coladeras rotas y mal
puestas.
Era feo, pero a la vez, pujante y activo, lleno de imágenes y aromas. Estaba en un terreno plano, sus cuatro lados eran de
diferente extensión, una entrada grande quedaba del lado del bulevar Ruiz Cortines, y la galera principal tenía solidas columnas,
la marquesina estaba muy alta, como piramidal
con respiraderos circulares, a mí me parecía una inmensa cara que no se cansaba
de ver pasar a la gente
Del lado contrario, hoy la avenida 2 Norte Heriberto Kehoe
Vincent, iniciaba con el hotel Poza Rica, la siguiente cuadra tenía varios
comercios y en la esquina estaba la zapatearía --
Canadá, tenía un angosto camellón pavimentado, pasando la calle
comenzaba el mercado, habían muchos
negocios y daban directamente a la
banqueta, recuerdo: Los Dantes, Radio
Centro, El Cenador, que vendían pozole,
mondongo y antojitos, su apogeo era a partir de las 5 de la tarde, de
aquí en adelante tenia tela ciclón pues era parte del área de fondas.
Cerca de la puerta central estaba Bazán, donde llegaban las
publicaciones como periódicos y revistan de la Ciudad de México y de aquí se
distribuían, tal vez
desde mii primaria estuvo ahí
pero yo lo recuerdo a partir de la secundaria cuando
nos encargaban algún impreso.
Los famosos churros y donas, foto tomada de ‘Super Churrería
Los Jarochos’ reseña de José Luis Rodríguez Badillo, publicada en el libro Por la senda del petróleo.
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En el extremo norte estaba La Fe, un puesto muy
chiquito de materiales para manualidades que pertenecía a la maestra Aurorita,
directora de las academias de costuras municipales, todo el tiempo estaba lleno, pero más en mayo y diciembre;
detrás de este puesto y a un lado de la puerta de la esquina había un puesto de
aguas frescas y otro de dulces.
Deliciosas aguas frescas,
foto tomada
de la misma fuente.
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Habían varios puestos
de aguas, pero el más famoso estaba junto
a la puerta ancha de en medio, qué sabrosas aguas frescas, de varios sabores, mis
preferidas eran mango, horchata y tamarindo,
sencillamente deliciosas, se apetecían
con los calorones de nuestra ciudad; además
eran muy solicitados los churros y las donas, con su delicioso aroma se hacían
irresistibles a todos los que pasábamos,
mi papá nos llevaba en temporada fresca cuando salía de su trabajo a las
4 de la tarde.
El lado
Norte era el más corto, lindaba con la calle 13 de Diciembre, se le llamó así en celebración al día en que la Compañía Petrolera él Águila
trasladó a principios de los 30’s su campo petrolero Furberos al Km. 56 hoy Poza Rica,
algunas personas consideran este hecho
como la fundación de nuestra ciudad,
pues antes solo hubo unas chozas
desperdigadas, exceptuando lo que hoy son las colonias Ávila Camacho y Petromex.
El mercado en los 90’s al centro Los Dantes.
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De ese lado del
mercado las tiendas no daban a la banqueta ni se podían ver ,
tenía tela ciclón y lámina, en el
interior estaban los puestos, generalmente
de telas y ropa, como Casa Castillo, Casa
Carrillo, Bonetería Memín; pasando la
calle mueblerías como Graña y El gallo, y
zapaterías, un ejemplo, en la
esquina la multi citada Canadá.
Las
demás áreas, no siendo muy exigente, estaban aceptables, se podía andar con
normalidad, por ejemplo Carnes y pescados,
estaban limpios: trastes, semillas,
sombreros, yerbas, plantas
medicinales; piñatas, juguetes y dulcerías,
lo positivo: era un centro comercial donde se encontraba todo lo necesario, que
proporcionó a muchos comerciantes, ingresos económicos suficientes para que sus
hijos estudiaran carreras universitarias
o técnicas.
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