Mi hermano y yo. |
Por
Joel García Cobos,
Uno de mis hermanos era gordito, cachetón, como era
muy blanco siempre estaba chapeado, travieso
a más no poder,
todo lleno de vida, resultó que a los 6 años de edad __y yo 4__ decayó
su ánimo, no comía, de
ser un niño activo,
inquieto y preguntón, lo encontraba sentado, cabizbajo, le preguntaba qué le pasaba y contestaba que se sentía cansado.
Mi madre muy alarmada lo llevó al hospital con su pediatra que era la médica Piña, ella le mandó a hacer estudios de
sangre, le dio los resultados, el
diagnóstico; Leucemia. Le explicó que
para eso no había medicina, lo único que se podía hacer era
estar cambiándole la sangre, pero que al final moriría, que era cuestión
de unos 8 meses.
Siguieron
días angustiosos y dolorosos, a cada rato le extraían sangre para los -----
Marco Antonio Cravioto Flores, eminente médico investigador. |
El médico en su primera valoración le dijo a mi afligida madre:
__”Tranquilícese señora, es muy prematuro descartar el diagnóstico con una
valoración física, pero de momento le puedo decir que su vaso está
completamente sano, así que vamos bien.”
Mi madre se
fue a México con mi hermano, llegaron a la casa del médico, también fue Meche con su hijo Pepe, todos la
acompañaron al laboratorio a tomarle las muestras, el médico le pidió al
químico que en ese momento le diera los resultados, ya con los estudios en la
mano, le dijo que no era leucemia, así que le hicieron otros estudios, y resultó que tenía parásitos en la sangre, que
eran muy peligroso, el médico le dio instrucciones a otro químico de la medicina que debía preparar.
Al
otro día fueron por el medicamento, eran 2 frasquitos sin etiqueta de patente, nombre ni nada, solo
estaban enumerados, le dijo que le diera un tanto en la mañana y otro en la
tarde, que debía de comer, lo que fuera, lo que se le apeteciera al niño pero
que comiera, que conforme mejorara iba a
recuperar el apetito y ya llegaría a
comer con normalidad.
Mi madre le preguntó al médico por sus honorarios, le
contestó que no era nada, que él era un médico investigador, que esos casos
difíciles eran los que le interesaban, para aprender más de la medicina que
ejercía para ayudar a las personas.
En la comida, el
muchacho contó que estudiaba ópera, y que
su sueño
era llegar a cantar en la Scala
de Milán. Al terminar de comer, el
médico tallándose las manos le dijo muy emocionado a Mary que sirviera el
postre, los invitados se preguntaban entre sí, qué sería, resultó ser un plato
de frijoles caldudos, recién hechos, el
médico entre cuchareo y cuchareo expresó: __”Quien no come frijoles ni nopales,
no es mexicano”.
Por la tarde, todos contentos acompañaron a Meche a hacer
la compra para su puesto de ropa, iban en autobús de colonia en colonia, y de
fábrica en fábrica, le ayudaban a cargar los bultos. Al otro día por la mañana,
tomaron el autobús de regreso a Poza
Rica, en segunda clase, que eran los que no le cobraban por sus mercancías, la
carretera estaba en buen estado, aunque angosta, con muchas curvas y neblina.
Ya en Poza Rica, mi
madre le daba el medicamento a mi hermano
tal como lo recomendó el médico, después
de un tiempo lo dio de alta. Cuando
mi madre lo llevó de nuevo
a la pediatra Piña, meses después por una gripe, al entrar ellos al
consultorio la médica abrió tremendos ojos, tomó el expediente de su escritorio
y lo comenzó a ojear con rapidez, lo
leía, levantaba la cabeza, veía incrédula al
niño y volvía a leer.
Después de unos
minutos que se quedó cayada viéndolo le
preguntó atónita: __”¿El es... su hijo?
¿Es él? Ella ya ni se acordaba del dichoso diagnóstico de leucemia y le contesto:
__”Sí, él es, lo traigo a consulta
porque tiene mucha gripe, creo que se resfrió.” La médica le dijo: __“Pero
tiene leucemia… él debía estar ya
muerto.” Entendiendo su asombro le dijo:
__”Lo llevé a México y resultó que no era leucemia sino parásitos en
la sangre”, y le contó la historia.
(+) Agradezco a la página de Internet Los Cravioto, el
haberme facilitado la presente foto del eminente investigador Marco Antonio
Cravioto.
Publicada en: Kaniwá #12 Suplemento cultural del periódico La Opinión, Poza Rica de Hgo; Ver. México, el 26 de julio de 2015.
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