Por: Elisa Cobos Enríquez.
Había en mi
barrio una señora muy respetada y admirada, se llamaba Candelaria, y la
chamacada le llamábamos Mamá Candelaria, para abreviar y de cariño: Mamá Yaya. Era una
ancianita de unos 80 años, de cara
agradable y risueña, bajita, robusta, morenita con trenzas, amistosa con todos los
niños que la buscábamos como los polluelos a la gallina.
Nos
sentíamos muy a gusto con ella, nos refería anécdotas de su vida, por ejemplo,
nos contaba que cuando era joven y vivía su esposo, fue maestra de huapango; su
esposo tocaba la jarana, el arpa y
además cantaba, ella pedía que la acompañaran las niñas y así enseñó a muchas a
bailar. Los sones que más le gustaban era La Bamba en pareja. El Colás; El Canelo;
La Bruja; La Iguana; El Jarabe Loco.
Cantábamos
con Mamá Yaya que vivía cada verso. Luego El Canelo: Dónde va Canelo ¡Caramba! tan
de madrugada. / Dónde va Canelo ¡Caramba! tan de madrugada. / A cortar lechuga.
Canelo. Pa´ la ensalada. / A cortar
lechuga. Canelo. Pa´ la ensalada. / Dónde va Canelo tan de mañanita. / Dónde va
Canelo tan de mañanita. / A cortar lechuga. Canelo. Pa´ su abuelita. / A cortar
lechuga. Canelo. Pa´ su abuelita. / A la tripa tripa tripa de mapache. / A la
tripa tripa de mapache. / Mi mamá no quiere que yo me emborrache. / Mi mamá no
quiere que yo me emborrache. / Pero si lo hago que sea con tepache. / Pero si
lo hago que sea con tepache. / A la tripa, tripa, tripa de venado. / A la
tripa, tripa, tripa de venado. / Mi mamá no quiere que coma pescado. / Mi mamá
no quiere que coma pescado. / Pero si lo hago que sea de Alvarado. / Pero si lo
hago que sea de Alvarado. /
La
Bruja: / Hay que bonito es volar. / A las 2 de la mañana. / Hay que bonito es
volar. / A las 2 de la mañana. / Para venir a caer en los brazos de su amada. /
Para venir a caer en los brazos de su amada. / Me lleva la bruja, me lleva al
cuartel/ Me lleva la bruja, me lleva al cuartel. / Me vuelve maceta y me da de
comer. / Me vuelve maceta y me da de comer. / Me lleva la bruja, me lleva a su
casa. / Me lleva la bruja, me lleva a su casa. / Me vuelve maceta y calabaza. / Me vuelve maceta y calabaza.
Nos
pasábamos cantando un buen rato los versos sencillos de nuestras canciones
jarochas, que aún cantan con orgullo muchos artistas de antaño y también recientes, como Yuri y Eugenia León, hay cientos de
versiones, porque el chiste del son jarocho es versar, narrarte algo, que disfrutes la vida tan
bonita que Dios nos da; terminábamos roncas
de cantar y abrazábamos a Mamá Yaya, con la promesa de regresar a seguir
cantando, pues como dice el viejo
refrán: __”De músico, poeta y loco, todos tenemos un poco. “
¡Arriba Veracruz!
Texto
Publicado en: Kaniwá #62 Suplemento cultural del periódico La Opinión, Poza
Rica de Hgo; Veracruz. México, del 9 de julio de 2016.
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