miércoles, 20 de julio de 2016
viernes, 15 de julio de 2016
Zaqueo, un nuevo corazón.
Por Joel García Cobos.
En la
antiquísima ciudad de Jericó era la cede de la recaudación de impuestos, aquí vivía
Zaqueo, el principal recaudador, un hombre inmensamente rico que había basado
su prosperidad en el robo, en el engaño y la corrupción, por muchos años había
gozado de esa elevada posición económica
y social, no le importaba ser considerado
traidor a su nación, se le tenía como publicano y pecador, además la gente lo
ridiculizaba por ser muy bajito de estatura.
Pero Zaqueo conoció a Juan el Bautista, lo
escuchó hablar del arrepentimiento, el perdón de los pecados, y del inmenso
amor de Dios, tanto lo impresionó que lo siguió varias veces, él iba en su
confortable litera, rodeado de siervos y de su guardia
de soldados, en una ocasión uno de ellos le preguntó ante su poderosa
exhortación acerca de la justicia: __”Ustedes los soldados ¿Qué pueden hacer
para alcanzar salvación? Pues amenazan a la gente y la obligan a que les de
dinero. Sólo así le prometen dejarla en paz. ¡No lo vuelvan a hacer y quédense
satisfechos con su salario.”
Desde ese
encuentro, Zaque experimentó un profundo interés por el reino de Dios,
el Mesías, la justicia y la vida eterna. Se preguntaba constantemente si
alcanzaría salvación, comenzó a analizarse y llegó a sentirse sucio, decidió
obedecer el consejo del Profeta. Ahora Zaqueo
anhelaba ver a Jesús, platicarle la transformación de su corazón, un siervo fiel
lo sacó de sus pensamientos y le informó que al que habían ido a ver, acababa
de entrar por la puerta principal de la ciudad.
Zaqueo corrió a su encuentro, lo vio de
lejos, era una multitud, hacía poco que había resucitado a Lázaro y las muchedumbres
lo querían ver, las sinagogas estaban vacías y los sacerdotes lo querían matar.
En su corazón atesoraba las palabras dirigidos a los que sufren, pues él ya no
disfrutaba la riqueza, sufría el desprecio de sus conciudadanos. Escuchó que
Leví, otro recaudador de impuestos como
él, ahora era uno de sus seguidores y esto lo llenaba de esperanza, quería ver
su rostro, pero su baja estatura se lo impedía.
Estaba aún atónito Zaqueo, meditando en la
Fe, cuando Jesús se paró debajo de la rama y le dijo: __” Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que
pose yo en tu casa.” Bajó a toda prisa y gozoso lo llevó a su casa, la
gente los siguió y comenzó a murmurar porque comía con un pecador, el anfitrión
reconoció esta actitud hostil contra él, se puso de pie y dijo: __”He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy
a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo
cuadruplicado.”
Jesús
sabiendo la transformación de su corazón declaró: __”Hoy ha venido la salvación a esta
casa” con el milagro del hombre que recobró
la vista su fe creció y añadió:
__”Por cuanto él también es hijo de Abraham” y remarcó su obra mesiánica: __”Porque
el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”
Todo aquel que le abre la puerta de su casa y
de su corazón es transformado por el Espíritu Santo. Además: __“Y toda su casa.”
Zaqueo llegó a tener amor genuino por su prójimo, sólo el arrepentimiento que de
un corazón reformado es aceptado”, todo ser convertido dejará practicas insanas, Jesús vio un corazón puro,
lavado por la sangre del calvario, su casa también alcanzó vida eterna al ver
su testimonio.
martes, 12 de julio de 2016
domingo, 10 de julio de 2016
Estados Unidos, el falso profeta.
Por Joel García Cobos.
En
1565 se inicia la colonización de Norteamérica con la fundación de la primera ciudad en el estado
de Florida, luego otra ciudad al este junto al Atlántico, y en 1620 llegan los puritanos y se establecen
en Plymouth.
El origen de los Estados Unidos recibió un fuerte impulso con las llamadas Trece
Colonias, formadas por emigrantes europeos que huían de la hambruna, las pestes
y sobre todo, la intolerancia religiosa. Estas fueron de norte a sur: Massachusetts; Nueva Hampshie; Connectitut; Nueva York; Pensilvania; Nueva
Jersey; Delaware; Maryland; Virginia;
Carolina del Norte; Carolina del Sur; y Georgia. Cada Colonia se organizó legal
y económicamente, dependían de Londres, pero tenían asambleas locales que “les
garantizaban su autonomía” y como la tierra era de quien la trabajara, se
desarrolló la agricultura con la protección de Dios, a quien le fueron fiel, en
un principio.
Según la enciclopedia Wikipedia, el
descontento vino por el aumento de dos impuestos, uno por los timbres que
debían llevar los documentos jurídicos y el otro, por el consumo del té; no
aguantaron nada, asaltaron un barco disfrazados de indios pieles rojas en el
puerto de Boston, en seguida se reunieron en el histórico Congreso de Filadelfia
y redactaron su Declaración de Derechos (1774).
Así sin
tanto rodeo y solo 2 años después, el 4 de julio de 1776 se celebra
oficialmente la Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica. Durante 8
años, las Colonias lucharon contra Gran Bretaña para obtener su independencia. Claro,
recibieron prontamente ayuda del
gobierno francés, dinero y pertrechos, pues enemiga de Inglaterra le convenía
su deterioro. Ya después los ingleses le pasaron la factura apoyando la
Revolución Francesa.
Así a grandes rasgos sucedió, qué diferente a la historia de nuestra Independencia, aquí es una larguísima lista de abusos, abusados y abusivos, humillaciones, atracos, rebeliones, parece ser que a 200 años no aprendemos a decir ya basta.
La prosperidad de Estados Unidos viene del hecho que la nación se fundó bajo principios bíblicos, por ejemplo, se dejó sin dudas que acá no hay reyes ni individuos de sangre azul, todos los seres humanos somos iguales, libres de esclavitud, libres también de escoger el credo y forma de adorar. Desde su independencia y durante más de cien años fue un país progresista, que apoyó causas nobles.
Pero lamentablemente su imagen ha caído hasta los suelos, se corrompió, estudiando la historia descubrimos con dolor su doble moral, se entremete en los diferentes gobiernos, no solo de nuestro continente, para poner gobiernos títeres y llevarse las materias primas que les permita vivir con comodidad. Ha dejado a un lado actuar con justicia y rectitud. Ya nadie cree la destrucción de las torres gemelas por fuerzas externas, fue para restringir las garantías individuales e impulsar la globalización.
Solo hay que ver lo que pasa y analizar un poco, nuestro vecino del norte se desquebraja, quiere liderar un nuevo orden mundial, porque no contento con tener en quiebra sus finanzas capitalistas, tantas guerras lo tienen en números rojos, quiere promover otro experimento con otro modelo de gobierno, centralizado en un individuo y una reducida élite habituada a la sangre y a la maldad.
Estados Unidos es el Falso Profeta, la segunda bestia de Apocalipsis 13: 11: “Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón.”
Texto Publicado en: Kaniwá #61 Suplemento cultural del periódico La Opinión, Poza Rica de Hgo; Veracruz. México, del 2 de julio de 2016.
Estados Unidos, el falso profeta.
Por Joel García Cobos.
En
1565 se inicia la colonización de Norteamérica con la fundación de la primera ciudad en el estado
de Florida, luego otra ciudad al este junto al Atlántico, y en 1620 llegan los puritanos y se establecen
en Plymouth.
El origen de los Estados Unidos recibió un fuerte impulso con las llamadas Trece
Colonias, formadas por emigrantes europeos que huían de la hambruna, las pestes
y sobre todo, la intolerancia religiosa. Estas fueron de norte a sur: Massachusetts; Nueva Hampshie; Connectitut; Nueva York; Pensilvania; Nueva
Jersey; Delaware; Maryland; Virginia;
Carolina del Norte; Carolina del Sur; y Georgia. Cada Colonia se organizó legal
y económicamente, dependían de Londres, pero tenían asambleas locales que “les
garantizaban su autonomía” y como la tierra era de quien la trabajara, se
desarrolló la agricultura con la protección de Dios, a quien le fueron fiel, en
un principio.
Según la enciclopedia Wikipedia, el
descontento vino por el aumento de dos impuestos, uno por los timbres que
debían llevar los documentos jurídicos y el otro, por el consumo del té; no
aguantaron nada, asaltaron un barco disfrazados de indios pieles rojas en el
puerto de Boston, en seguida se reunieron en el histórico Congreso de Filadelfia
y redactaron su Declaración de Derechos (1774).
Así sin
tanto rodeo y solo 2 años después, el 4 de julio de 1776 se celebra
oficialmente la Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica. Durante 8
años, las Colonias lucharon contra Gran Bretaña para obtener su independencia. Claro,
recibieron prontamente ayuda del
gobierno francés, dinero y pertrechos, pues enemiga de Inglaterra le convenía
su deterioro. Ya después los ingleses le pasaron la factura apoyando la
Revolución Francesa.
Así a grandes rasgos sucedió, qué diferente a la historia de
nuestra Independencia, aquí es una
larguísima lista de abusos, abusados y abusivos,
humillaciones, atracos, rebeliones, parece ser que a 200 años no aprendemos a
decir ya basta.
La prosperidad de Estados Unidos viene del hecho que la
nación se fundó bajo principios bíblicos, por ejemplo, se dejó sin dudas que
acá no hay reyes ni individuos de sangre azul, todos los seres humanos somos
iguales, libres de esclavitud, libres también de escoger el credo y forma de
adorar. Desde su independencia y durante más de cien años fue un país
progresista, que apoyó causas nobles.
Pero lamentablemente su imagen ha caído hasta los suelos, se
corrompió, estudiando la historia descubrimos con dolor su doble moral, se
entremete en los diferentes gobiernos, no solo de nuestro continente, para poner
gobiernos títeres y llevarse las materias primas que les permita vivir con
comodidad. Ha dejado a un lado actuar con justicia y rectitud. Ya nadie cree la
destrucción de las torres gemelas por fuerzas externas, fue para restringir las
garantías individuales e impulsar la globalización.
Solo hay que ver lo que pasa y analizar un poco, nuestro
vecino del norte se desquebraja, quiere liderar un nuevo orden mundial, porque
no contento con tener en quiebra sus finanzas capitalistas, tantas guerras lo
tienen en números rojos, quiere promover otro experimento con otro modelo de
gobierno, centralizado en un individuo y una reducida élite habituada a la
sangre y a la maldad.
Estados Unidos es el Falso Profeta, la segunda bestia de
Apocalipsis 13: 11: “Después vi otra bestia que subía de la tierra; y
tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón.”
domingo, 3 de julio de 2016
La Golondrina
Por Joel García Cobos.
Entramos al verano, temporada encantadora
de calor, romance y vacaciones, muy pronto comenzarán las ceremonias de
graduación de los diferentes niveles, y en esas festividades de caminos
bifurcados, brillará con luz propia, ese hermoso himno a la nostalgia: La
golondrina.
¿Quién no
recuerda melancolía sus graduaciones? Al final del evento, entre lágrimas,
abrazos y promesas de nunca te olvidaré, el maestro de ceremonia se da vuelo arengando
en alta, apelando a los sentidos con recuerdos pesarosos y bocetando posibles rumbos,
y como fondo, a todo lo que da el volumen del aparato de sonido, la preciosa
melodía La Golondrina, interpretada en el mejor de los casos por el inolvidable
Pedro Infante, y desde que trompetas, violines y bajo dejan escuchar sus
vibrantes notas, saltan las lágrimas a raudales. Y más aún si el Mariachi está
en vivo, un nudo se forma en la garganta.
Durante varios años he buscado la
historia de esta melodía, sin mucho éxito, solo que la letra es del poeta español
exiliado en México Niceto de Zamacois (1820
– 1885) y la melodía del músico alvaradeño Narciso Serradel Sevilla (1843 –
1910), que unieron sus inspiradas lágrimas para hacernos bien llorar. Y hoy en otro intento encuentro más fuentes y
resumo las versiones.
Esta canción tiene 4 versiones con
sendos autores: La del poeta español ya citado es la cuarta y más difundida, base de la música; En Historia de Sinaloa de Hugo del
Grial se asegura una transcripción del doctor Miguel Galindo mientras que en
Historia de la Música Mexicana se le atribuye una adaptación al también poeta
español José Zorrilla. Cada quien le da su interpretación al español o al
francés, pues, se dice que el original fue escrito en árabe por el último rey
abencerraje (Granada) Aben Humeya (1545-1569) al huir vencido de su tierra. El
texto se encontró en el puerto de Marrakech, Marruecos, siglos después; cargado
de nostalgia cautivó el corazón a quien lo escuchaba fuera de su terruño amado.
Pero vayamos al autor de la música,
un veracruzano mundialmente conocido de vida singular: Narciso Serradell Sevilla. Según Wikipedia y varios
alvaradeños con los que he platicado, nació el 25 de enero de 1843 hijo del catalán del mismo nombre y de
la mexicana Rosario Sevilla. Ella quería que fuera clérigo, él se escapó 2
veces del monasterio, en 3 meses aprendió música y solfeo. Ante la inflexible
decisión materna, rompe con la familia y emigra a la ciudad de México, de día
estudiaba en la Escuela Nacional de Medicina, de noche tocaba en bailes y
armaba puros para sobrevivir.
En una tertulia, Serradell llevó una
revista con la traducción de Niceto de Zamacois y otros dicen era la de
Martínez de la Rosa, los asistentes cautivados abrieron emocionados un concurso,
en 24 horas debía tener una melodía digna a los sentimientos que evocaba y Narciso
ganó. Era el año 1862, meses después los Liberales convocaron jóvenes a la
milicia, Serradell se alistó y combatió aquel 5 de Mayo, contra la Intervención
Francesa, con tan mala suerte que es capturado y expatriado a Francia, en el
puerto de Veracruz fue despedido con su canción, ya en la cárcel los mexicanos
cantaban con el corazón en la mano añorando regresar a la patria.
En la prisión Clermont- Ferrand la sentencia fue revocada, pero
el espíritu aventurero de Narciso no desaprovecharía la oportunidad de
vagabundear, se quedó en París dando clases de solfeo, música y español, aprendiendo Medicina e Idiomas. En 1865 surge
en Tlalixcoyan Veracruz, donde ejerce sus 2 profesiones, fundando bandas y
siendo maestro de personas que amaban la música entre ellos Ricardo Barcelata,
padre del conocido compositor Lorenzo Barcelata, autor del hermoso vals María
Elena (Tuyo es mi corazón).
En 1869 se casa con la señorita Telésfora González, 20 años
después se va a vivir a la Ciudad de México, Narciso Serradell Sevilla, ejerciendo
la música, escribió infinidad de mazurcas,
danzones, danzas, polkas, canciones y en su última época, himnos patrióticos
escolares. Poseía una biblioteca valiosa, que
tuvo que vender para subsistir. Murió el 25 de octubre de 1910, en la ciudad de México, a la edad de 67
años; la Casa de Cultura de Alvarado, Veracruz lleva con honor y justicia su
nombre.
La Golondrina/ A donde irá veloz y fatigada/ la golondrina que
de aquí se va,/ Por si en el viento se hallara extraviada/ buscando abrigo y no
lo encontrará./ Junto a mi lecho le pondré su nido/ en donde pueda la estación
pasar./ También yo estoy en la región perdido,/ ¡Oh Cielo Santo! y sin poder
volar./ Dejé también mi patria idolatrada/ esa mansión que me miró nacer./ Mi
vida es hoy errante y angustiada/ y ya no puedo a mi mansión volver./ Ave
querida amada peregrina,/ mi corazón al tuyo acercaré./ Voy recordando tierna
golondrina,/ recordaré mi patria y lloraré.
Texto
Publicado en: Kaniwá #60 Suplemento cultural del periódico La Opinión, Poza
Rica de Hgo; Veracruz. México, del 26 de junio de 2016.
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