Por Joel García Cobos.
Las leyes de Dios son tan eternas
como Él mismo, las manos amorosas que colgaron los universos y los mundos en
perfecto orden, no han perdido su vigor
y los sustenta. Los 10 mandamientos bíblicos como están registrados en Éxodo 20
versos del 1 al 17, no han cambiado ni cambiarán nunca, porque son el reflejo
del carácter inmutable del Creador y la norma de conducta para el juicio final.
Cristo tiene abiertos sus brazos para darnos perdón y auxilio.
El compasivo Padre
que dio a cambio su unigénito Hijo para redimir a la raza caída, cimentó por
las edades: __”La paga del pecado es
muerte… (Romanos 6:23) y Dios mismo,
fue el primero en sujetarse a este estatuto dando a su Hijo en sacrificio
perfecto y agradable. Pero este mismo versículo sigue diciendo: __”…Mas la
dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” y eso fue lo que
sucedió en la madrugada del domingo de resurrección: Cristo cumplió el plan de
Salvación. y un potente ángel le dijo: __”Oh Hijo de Dios, tu Padre te llama”,
y el Cordero Pascual resucitó a la vida con el vigor de las eternidades.
Habían pasado
unos minutos de la resurrección gloriosa, cuando María Magdalena se presentó en el sepulcro buscando el cuerpo inerte de Jesús,
en cambio se lo encuentra vivo y le dice: __¡María! Ella al reconocerlo quiere abrazarlo de alegría, él le dijo que no lo
tocara porque aún no había ascendido al Padre. (Juan 20: 16 y 17).
Precisamente
en Apocalipsis 4: 1 al 11 se describe la sala del trono de Dios esperando al
victorioso héroe de guerrero, el apóstol Juan lo ve en visión y un ángel le
dice que suba: Ve una puerta; un trono; Uno sentado; le circunda un arcoíris semejante
a la esmeralda y 24 tronos con 24 ancianos sentados con ropas blancas y con
coronas de oro en sus cabezas; arden frente al trono 7 lámparas de fuego o sea
el Espíritu Santo; había un mar de vidrio; y 4 seres vivientes, llenos de ojos,
cada uno tenía 6 alas, y decían de día y de noche Santo, Santo, Santo, Dios
Todopoderoso, el que era, es y ha de venir; Esto sucede en el lugar Santo del
Santuario celestial, se desprende del
estudio de la réplica que dijo Dios que construyera Moisés.
En este Consejo
estaba representado todo el cielo, incluidos los mundos no caídos, para darle
la bienvenida al triunfante Salvador y a las primicias, y es el concilio donde
Satanás denunció que Dios era injusto y que su ley es imposible de cumplir. Ahí
está el arcoíris de la promesa; Los querubines y los serafines, que son los 4 seres
vivientes, ahí en Apocalipsis 4 dice que los seres vivientes tienen 6 alas, y
cantan Santo, Santo, Santo… igual como
se describe a los serafines en Isaías 6 del 1 al 3. En esta asamblea faltaban
los ángeles porque fueron a resucitar y a buscar a Jesús.
Al entrar
Cristo al cielo, con las primicias de los redimidos, y su comitiva de ángeles los comandantes de las
huestes angélicas, dan la bienvenida y glorificar al Rey redentor, millones de ángeles estallan en coros
sublimes entonando el Salmo 24.
Mientras
tanto, en el capítulo 5, en el salón del trono, Juan vio en la mano derecha del
Anciano que estaba sentado, un libro o pergamino, escrito por dentro y por
fuera, sellado por los 7 Espíritus de Dios, y un ángel fuerte, que pregonaba a
gran voz: __”¿Quién es digno de abrir el libro y desatar su sello?” Y no hay ninguno
en la tierra, ni en el cielo, ni debajo de la tierra, ni el Padre, porque dice ‘ni
en el cielo’ y Juan lloraba y clamaba. El Ángel le dijo: __”No llores, porque
el León de la tribu de Judá, la simiente
y raíz de David ha vencido y él puede abrir el libro” y vio entre el Anciano y
los 24 seres vivientes, a Cristo, como Cordero
inmolado.
Cuando Dios
aceptó el sacrificio de su hijo, Cristo se sentó junto a su Padre y fue enviado
el Espíritu Santo a los apóstoles en el día del Pentecostés para darles poder, y
cuando tomó el libro, los querubines, los 4 seres vivientes y los 24 ancianos,
se postraron ante el Cordero y entonaron un canto de alabanza y victoria al
Cordero.
Millones de ángeles
que acompañaron a Jesús a en su celestial retorno estallan cantando: __”Digno
es de abrir el libro y sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre has
redimido a toda tribu y nación y los haz hecho para el Rey, príncipes y sacerdotes
y reinarán sobre la tierra” y miró y oyó a millones de ángeles cantando: __”Digno eres de tomar el poder, la riqueza,
la sabiduría, la honra y la gloria”, todo para Cristo, no se menciona ningún
humano, y Cristo tomó el libro de la mano derecha del que está sentado, y los 4 seres vivientes y los 24 ancianos se
postraron y adoraron al que vive por los siglos de los siglos. El canto es al
Cordero, al Redentor, digno de revelar el contenido del libro.
El libro es el
testamento de la raza humana, los arqueólogos han descubierto que según la ley
romana, los testamentos tenían 7 sellos que era necesario romper para leer el
contenido, aunque podían tener más de 7 sellos. ¿Que revela un testamento? Quién hereda y lo que va a heredar, un testamento no cualquiera lo abre, debe
tener ciertas características, si este documento no se abre, nadie hereda nada.
En este libro
está el registro de todo el mundo, de los reinos y de la iglesia, la raza humana y cada decisión tomada, dice el
nombre de cada persona y si va a heredar la vida eterna o la muerte eterna. Después
del milenio, cada persona resucitará y en vista panorámica verá toda su vida, por
ejemplo, todos los que participaron en la vida, milagros, juicio, y crucifixión
de Jesús; los actores estarán vivos y aterrados: el populacho escarnecedor, Satanás
y sus ángeles, el débil Pilatos, los soberbios sacerdotes, todos contemplarán
la enormidad de su culpa, cuando gritaban frenéticos: __”Que su sangre caiga
sobe nosotros y nuestros hijos.” En
cambio los redimidos gozosos echarán sus coronas a los pies del bendito Salvador exclamando: __”Murió por mi” también el libro
contiene las decisiones de los estos y lo que heredaremos: Vida eterna.
Al final todos,
rebeldes y obedientes nos arrodillaremos
y diremos: __”Justos y maravillosos son tus caminos oh jehová”, El Cordero inmolado muestra su cabeza herida, su cuerpo magullado,
sus manos traspasadas, presenta las gavillas, dice una y otra vez: __”Mi sangre
Padre, mi sangre Padre los limpia de todo pecado.” Más tardes los incrédulos son destruidos y los
salvos viviremos por la eternidad con el León de Judá, único Digno y Fiel. ¡Prepárate!
Texto
Publicado en: Kaniwá #46 Suplemento cultural del periódico La Opinión, Poza
Rica de Hgo; Veracruz. México, del 20 de marzo de 2016.