Testimonio de la matanza del 6 de octubre de 1958.

Antiguo S.T.P.R.M.

por Joel García Cobos.

       En ese año de 1958 se realizaron elecciones para elegir al tercer Presidente Municipal Constitucional de Poza Rica, el PRI y los líderes petroleros postularon al señor  Manuel Salas Castelán, la oposición al médico Fausto Dávila Solís, que según dicen las personas que lo conocieron,  era humanitario y al pobre no le cobraba las consultas.

 La autoridad dio el triunfo a Salas Castelán, el pueblo indignado se organizó en una Coalición ciudadana, cuidaban de día y de noche las boletas electorales, una vecina que pertenecía al grupo  y hacía guardias, les contaba a los vecinos de la colonia Chapultepec las movilizaciones y acciones, entre éstas, boicotear  al periódico local,  prohibir que la gente lo compre, había sectores en que correteaban a los voceadores y se los rompías, argumentaba  que se había pasado al bando de Salas Castelán.

 Me cuenta mi madre que también salían a la calle en marchas populares denunciando el fraude. Ese lunes 6 de octubre, se convocó a otra, la gente se manifestaba en la colonia Obrera  con pancartas, letreros, cantos y consignas, todo sin violencia.

Don Felipe va al cine.

Por la tarde, mi papá le propuso a mi mamá ir al cine,  ella no quiso ir,   mi hermano más pequeño tenía menos de 2 meses de nacido, le dio un beso y se fue.  Al rato que se fue llegó mi abuelita  y le preguntó por él, al saber que andaba por el cine se  despidió y se fue. Tres veces volvió y preguntó ya con visible nerviosismo,  en ese momento mi  madre le estaba dándole de tomar leche al  bebé, le preguntó  qué le pasaba..

__”¿A poco  no sabe nada? Le respondió con otra pregunta.

__”¿Nada? ¿A qué se refiere doña Gaby? Indagó extrañada.

__ “Lo de las  marchas.

__”¿Cuáles marchas? 

__”Pues  los inconformes pidieron al pueblo que se uniera  y se manifestaran por las calles de  la ciudad.

__”¡Ah!  No se preocupe usted,  a él  no le gusta andar en esas cosas,  ha de estar muy quitado de la pena viendo la película, si le gusta o no, él la ve hasta el final, es de los que ven hasta los comerciales.

Antiguo cine teatro Social de la Secc. 30,
muy cerca del sindicato.

__”Sí, pero… es que…  titubeaba mi abue.

__”¿Qué pasó? ¿Se  pelearon  otra vez los bandos  contrarios como en el desfile del 18 de marzo? Indagó nerviosa.

__”Es que ahora fue peor… dijo la ancianita en voz baja, prudente como era ella.

__”¿Puede haber algo peor que una riña callejera?   Dijo mi madre.

__”Pues… ¡eh!.. Pasó doña María por la Nogal, dijo que venía de la manifestación, y  nos contó que todo iba  bien y en orden,  hasta que pasaron frente al sindicato, desde arriba les comenzaron a dispararon con pistolas y dice que hasta con ametralladora, todos corrieron despavoridos, se cree hay muchos muertos. ¡Ella llegó bien espantada a su casa!”

El pueblo se manifiesta  para que se esclarezca la
matanza, nunca se supo el número real de
víctimas. Al fondo a la izq. el cine.

__”¡Ah! ¡Caray! Y de eso ¿Hace cuánto pasó? Indagó  muy preocupada.

En eso llegó mi papá, al verlas les preguntó: __”¿Y esas caras? ¿Quién se murió?” Le contaron un poco  y le preguntaron cómo le fue,  muy quitado de la pena dijo que él no se dio cuenta de nada, que oyó desde el interior del cine Social 30 varias veces como si a una cortina de fierro la rayaran con un fierro, pero nada más.